Juan Antonio Vigar: "Todos encuentran en el Festival de Málaga su casa, una sensible a los recién llegados"

Vigar defiende la consolidación de un evento que ha encontrado en la industria y en su "abrazo al cine iberoamericano" sus principales señas de identidad para ser "útil" a todo el sector

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Juan Antonio Vigar junto al cine Albéniz.
Juan Antonio Vigar junto al cine Albéniz. / Javier Albiñana

El centro de la ciudad se transforma. Se despliegan las alfombras rojas, los carteles, las carpas... Y los rostros más conocidos del cine español acompañan el paseo por la calle Larios. Horas antes del comienzo del Festival de Málaga, su director desde hace una década, Juan Antonio Vigar, detiene unos minutos su ajetreo para charlar sobre la 26 edición del certamen.

-¿Cuándo se pone usted en modo Festival de Cine? ¿Hay tiempo para la desconexión durante el año o esto es una rueda que no para?

-El modo Festival de Cine va en paralelo a todo lo demás, pero durante todo el año. En una edición estamos trabajando mentalmente y de modo práctico, con encuentros y reuniones, para la siguiente, se empiezan a fraguar proyectos, ideas, actividades… Es un evento muy grande y necesita muchísima preparación. La planificación se tiene que hacer con mucho tiempo, porque se requieren muchas gestiones previas. Pero también es cierto que desde la presentación del cartel, que suele ser en noviembre, ya estamos a un nivel muy alto de intensidad en el trabajo.

-¿Tienen a un equipo humano grande?

-En el equipo base tenemos a unas 20 personas. Cuando sumamos las contrataciones temporales, se produce una acumulación enorme en las últimas semanas. Unas 300 personas se dedican a trabajar en el festival, desde azafatas, conductores, relaciones públicas, gente de producción, de prensa, márketing… A eso hay que sumarle todas las empresas externas dedicadas a montajes de producción y logística.

-No es poca cosa decir que un festival ha pasado ya su primer cuarto de siglo… ¿Esto qué supone?

-Supone la consolidación más que clara de un proyecto que ha encontrado en los últimos años, a partir de 2017 concretamente, su identidad más clara y que ha sabido hallar dónde tenía la posibilidad de ser útil a un sector y a una ciudad. Somos un festival joven pero con mimbres de mucha madurez.

-En 2017 se abrió al cine en español…

-Este año se tomaron dos decisiones fundamentales para definir lo que hoy es el festival. Una de ellas fue el abrazo al cine iberoamericano. El cine español había evolucionado, las películas ya no eran de un solo país, sino de varios, las coproducciones eran muy abundantes y eso significaba que, si queríamos seguir siendo útiles, teníamos que evolucionar con él. Esta decisión nos ha posicionado enormemente desde el punto de vista internacional y lo ha convertido en una ventana extraordinaria para la difusión del cine iberoamericano. La segunda decisión, que hoy es una seña de identidad fortísima, fue la apuesta por el área de industria.

-¿Esto en qué se traduce?

-Estamos convencidos de que un festival mero exhibidor de películas no es útil en toda la extensión que se puede. Por eso decidimos recuperar para Málaga los Spanish Screening, que es el mercado oficial del cine español, y lo hemos mantenido a pulso con presupuesto únicamente del Festival. En 2022 y 2023 se ha contado con los Fondos Next Generation de la Unión Europea, lo que ha servido para crear un formato expandido que tiene tres líneas de trabajo. Una aquí en Málaga, otra en el Festival de San Sebastián y la última, ‘On tour’, que supone salir a países estratégicos. El año pasado se celebró en Argentina y para este estamos en negociaciones con Corea, porque el asiático es un mercado de referencia para el cine español no explorado todavía.

Juan Antonio Vigar.
Juan Antonio Vigar. / Javier Albiñana

-¿Cómo es la relación con la ciudad?

-La relación con la ciudad cada vez es más estrecha. Nosotros dinamizamos también la ciudad con una inversión económica muy alta que ronda los dos millones de euros de manera directa, más todo el retorno de imagen de marca que este año anterior fue de 66 millones y medio de euros, según el estudio de medios. Las cifras hablan y las letras que tienen esas cifras suenan muy bien.

-¿Se ha llegado ya al festival que se quería ser en sus inicios o se han superado las expectativas?

-Honestamente diría que hemos llegado antes de lo previsto al objetivo, lo cual significa que tenemos que seguir marcándonos nuevos objetivos para que el festival siga creciendo. Lo que nos toca ahora es consolidar ambas líneas de trabajo, la industria y el cine iberoamericano. En cuanto al espacio, un objetivo es tener la sede que nos va a proporcionar el Neoalbéniz, más un par de salas más de exhibición que necesitamos. Y, por otro lado, esa permeabilidad cada vez más intensa entre el MaF y el propio festival, para que sea un proyecto cultural de cuatro semanas centrado en el cine pero en el que intervengan todas las áreas creativas.

-¿Están desapareciendo esos complejos de festival que no atrae al cine español de primer nivel?

-No sé si hubo esos complejos al principio, pero no desde que asumí la dirección en 2013. Al contrario, hemos trabajado para generar la máxima complicidad con todo el sector, con los que nos tenían que depositar su confianza para traer sus películas y la interlocución siempre fue muy fluida. Aquí han venido películas muy importantes en todos los aspectos. Lo que sí he querido defender desde siempre es la idea de que nuestra singularidad es la generalidad. Como festival no debíamos de buscar una línea editorial única, sino que lo que teníamos es que convertirnos en la gran casa del cine español y acoger películas de producción más amplia con otras más vocacional, de directores con trayectorias junto a nombres más nuevos e indagadores. Y todo eso ha funcionado muy bien, porque todo el mundo encuentra en Málaga su casa, en la que siempre hemos sido muy sensibles a los recién llegados.

-¿Se entiende que un festival tiene que estar para descubrir nuevos talentos y apoyar al cine emergente?

-Sí, y eso nos tiene que llenar de orgullo. Estamos creando una familia. Los nombres que hoy son protagonistas del cine español empezaron con sus películas en Málaga. Carla Simón, Carlos Marques Marcet, Elena Trapé, Rodrigo Sorogoyen, entre tantos. Y ahora seguimos incidiendo en esa línea, porque llegan nuevos nombres que van sumando muy rápido, Estibaliz Urresola, Alauda Ruiz de Azúa, por ejemplo. Esto significa que ahora mismo, lejos de tener complejo, Málaga es un festival querido y deseado por el sector. Hemos establecido un ejercicio de complementariedad con el Festival de San Sebastián y constituimos un equilibrio perfecto a lo largo del año en dos momentos temporales equidistantes para ofrecer dos ventanas muy cualificadas para que el cine español llegue al estreno y comercialización. Estamos construyendo una familia de nombres emergentes del cine español que quieren salir a través de Málaga con sus nuevos productos. Para nosotros es un eje estratégico y un objetivo muy interesante.

-Este año ha entrado RTVE como patrocinador oficial y algunos se preguntarán por qué no lo hizo antes… ¿No es lógico que la televisión pública hubiera estado más ligada al festival desde sus inicios?

-Esa es una cuestión que tendría que responder la propia corporación de RTVE. Nosotros, cuando hemos sentido que había este deseo, nos hemos sentido encantados y hemos hecho todo lo posible para que se materializara ese acuerdo. Además lo ha hecho de una manera absolutamente singular, un modelo a seguir a futuro.

-¿Se refiere a la convivencia entre RTVE y Atresmedia?

-Nosotros no queremos dejar de estar cerca de Atresmedia, que siga formando parte del colectivo de patrocinadores porque llevan aquí prácticamente desde el inicio. Así que nos sentamos con los responsables de ambos operadores para plantearles la posibilidad de coexistir dentro del festival. Tengo que agradecer y valorar enormemente el esfuerzo y la generosidad que ambos han demostrado para renunciar a la exclusividad y trabajar juntos en este proyecto. Entendemos que dos operadores españoles trabajen juntos en un proyecto para promocionar y dar visibilidad al cine español es algo de lo que nos tenemos que felicitar todos. Estamos muy contentos de lo conseguido y si se quieren sumar más operadores sería lo mejor, porque sumando es la manera de multiplicar la eficiencia de todos nuestros esfuerzos.

-¿Cómo responde el público malagueño al festival?

-Voy a muchos festivales por razón profesional y puedo decir con conocimiento de causa que como el público de Málaga no hay otro. El festival y la ciudad tienen una comunión extraordinaria. El festival se abre todo lo que puede a la ciudad y la alfombra roja es el lugar donde se pone de manifiesto el cariño que tienen los malagueños por el cine. Tenemos también muy buenos números respecto al público en sala, lo que nos gratifica. Nos hemos educado y formado todos en la cultura audiovisual durante estos años, así que el público es bastante entendido. Creo que los malagueños están orgullosos de tener este festival.

-¿Qué nos que depara esta edición?

-Tenemos una estupenda Sección Oficial, estoy muy contento. Se han presentado 195 películas españolas, de las que hemos seleccionado 12, y 224 latinas para elegir 8. No quiero destacar ninguna de ellas, pero hay tres películas que han pasado por el Festival de Berlín y que ya han tenido un test internacional muy favorable. Yo animaría a verlas todas porque creo que tenemos un certamen de mucho nivel en cuanto a calidad, temática, narrativa, mirada, producción… Que vengan a disfrutar y a vernos en las salas, que es donde el cine adquiere su máximo relieve.

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