Sangrienta terapia de pareja en manos de un perturbado

El director malagueño Enrique García encierra a un matrimonio en crisis con un psicópata en 'Resort Paraíso'.

Héctor Medina, Virginia DeMorata, Rafael Castillo Romero y Enrique García, ayer, en el Rectorado de la UMA.
Isabel Vargas Málaga

28 de abril 2016 - 05:00

Luces apagadas en la sala Rectorado de la Universidad de Málaga. Silencio absoluto. Esta vez el ciclo Cinco minutos de cine del Festival de Málaga de Cine Español muestra un adelanto de Resort Paraíso, la segunda película del cineasta malagueño Enrique García. "Cerrar el resort no ha sido una decisión fácil de tomar", afirma uno de los personajes en el teaser presentado ayer. Para Eva (Virginia DeMorata), una de las protagonistas del filme y trabajadora del hotel, recibir esta noticia supone quedarse sin trabajo. "¿Qué vais a hacer?", le pregunta una de sus compañeras a DeMorata. "Sobrevivir", contesta resignada. Esta misma frase intentará poner en práctica la actriz malagueña durante el largometraje de terror y suspense.

Esta vez, García cambia de resgistro -del drama carcelario al thriller- para contar la historia de Eva y Pablo (Rafa Castillo Romero), una pareja en crisis marcada por una tragedia. La acción comienza cuando ambos, sin trabajo, deciden pasar el invierno en el mismo hotel donde estaba contratada Eva, ahora cerrado durante la época invernal. "Es una historia dura, sin ninguna concesión a la comedia como ocurría en 321 días en Michigan cuando entraba en pantalla Salva Reina", advierte el director de la película inspirada "en gran medida" por El Resplandor o De repente, un extraño e incluso Jungla de cristal, "la mejor película de acción de todos los tiempos", en palabras de García.

El malagueño Héctor Medina no tarda en aparecer en el teaser. Será el tercero en discordia. El actor interpreta el papel de Saúl, uno de los vigilantes de seguridad del hotel. "Menuda manera de tocar los huevos", exclama Castillo Romero en una de las escenas. El intérprete, también malagueño, se refiere a Saúl, que no piensa desaprovechar la oportunidad de divertirse y dejarles claro quién está al mando en el complejo hotelero. "Quería meterlos en una situación que los sobrepasase, un batiburrillo de problemas [...] La fórmula ya está inventada y se llama thriller americano de los ochenta", aclara el director.

El hotel se convierte así en una jaula y Eva y Pablo en sus presas. "Vuelvo a rodar en un espacio cerrado -un guiño a 321 días en Michigan- para hacer sentir al espectador esa sensación de claustrofobia que tanto gusta en una película de este género", explica el cineasta. Durante la exhibición del tráiler algún espectador se llega a agobiar. El lugar donde se desarrolla la acción, el hotel Sol Timor de Torremolinos, ayuda a acrecentar la sensación de claustrofobia. Al igual que su arquitectura, característica del primer turismo costasoleño, por donde corre Eva. "El protagonista de 321 días en Michigan corría por el patio de la cárcel, Eva lo hace por los pasillos del hotel", comenta el director.

Finalmente, "con lo que el vigilante no cuenta es que dos personas que no tienen nada que perder sólo puedan ganar", reza el final de la sinopsis. El hotel será el escenario donde los protagonistas intenten reconducir su relación, aunque por ello tengan que pasar por una sangrienta terapia de pareja. Para que los futuros espectadores se hagan a la idea, el cineasta malagueño suelta una perla durante la presentación del trailer: "Cada día llenábamos el hotel de sangre"

Para García, Resort Paraíso es "una espinita" tras la cancelación del rodaje de Noche de Brujas, un thriller que iba a contar con Juanma Lara y José Coronado como protagonistas. "La película estuvo a punto de hacerse, pero como siempre, falta financiación. De hecho, el rodaje de esta película ha sido muy duro porque contábamos con el dinero justo para las 25 jornadas de grabación", recalca. Tanto es así que si cualquier actor se hubiera lesionado o les hubiera llovido durante el rodaje quizá no habrían terminado. Su estreno está previsto para finales de año. "Antes esperamos pasar por el Festival de Sitges para emanciparnos de la ciudad y así demostrar que la calidad no está reñida con la procedencia", concluyó DeMorata.

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