'Sons of Cuba' se acerca a la realidad de la isla a través del boxeo
El británico Andrew Langa dirige este documental premiado en todo el mundo
Dice la sinopsis del documental Sons of Cuba que este tipo cine "es el idóneo para el conocimiento de realidades ocultas". Curiosa y poco conocida es, precisamente, la realidad a la que se acerca el director de la película, Andrew Lang. Nada menos que una escuela de boxeo para niños cubanos en la que cada año, 25 chavales de entre 9 y 11 años son elegidos entre centenares de aspirantes que quieren llegar a lo máximo en este deporte: no en vano, Cuba ha ganado 32 medallas en esta modalidad en las últimas siete ediciones de los Juegos Olímpicos.
El director inglés (que ayer no pudo llegar a Málaga, como tantos, por las cenizas del volcán islandés) se acerca a las semanas previas de las competiciones que sirven para ver quiénes son los mejores de cada promoción. A toda la presión que sufren los pequeños y cómo se desarrolla su día a día. "Este documental cuenta la historia de un grupo de chicos inolvidables que no sólo luchan por un sueño, son también por la Revolución", asegura el director.
Pero más que eso, el documental termina siendo una visión crítica de la educación en Cuba y una cruda reflexión sobre la pobreza en la isla. Al tiempo que relata los días en los que Fidel Castro abandona el poder en manos de su hermano, ya que durante esos mismos días el equipo rodaba el documental.
El largometraje, que se estrenó ayer en España en el Cine Echegaray dentro de la Sección Oficial de Documentales, llega a Málaga avalado por sus premios como mejor documental en el Festival de Cine Latinoamericano de Los Ángeles y el Festival de Roma, así como diversos galardones en el Festival de Documentales de Sheffield o el British Independent Film Awards.
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