Último brindis por el cine: la fiesta en la que ganan todos
Andreu Buenafuente condujo con su humor marca de la casa la gala final, que contó con la música de Antílopez y Zahara.
Para que la gala de clausura del Festival de Cine Español de Málaga se pareciera aún más a la de los Goya sólo faltaba Andreu Buenafuente. Y allí estaba el showman, en el Teatro Cervantes, intentando hacerse un selfie con todo el aforo y derrochando su humor marca de la casa. La gala de clausura, ya se sabe, es como el balance final de unas elecciones: aquí, en el fondo, gana todo el mundo. De lo que se trata, en cualquier caso, es de brindar por el cine español, su industria, su talento y su oportunidad. Las entregas de las distintas Biznagas a sus legítimos ganadores no fueron todo lo ágiles que el respetable congregado hubiera deseado, pero la música de Antílopez (con su impagable humor y complicidad: su actuación fue uno de los grandes momentos de la noche) y Zahara abrió huecos y ganó oxígeno para el asunto. Antes, claro, el Festival de Málaga hizo gala de su alfombra roja, por la que desfilaron, además de los premiados (y algunos que se fueron de vacío), Manuela Velasco, Unax Ugalde, María Esteve, Leonor Watling, Antonia San Juan, Aura Garrido, Nerea Barros, Goya Toledo, Natalia Sánchez, Nathalie Poza, Neus Asensi, Óscar Jaenada, Elisa Matilla, Charlotte Vega, Marta Nieto, Mónica Estarreado y María Adánez, entre muchos otros. La fiesta continuó después en el Jardín Botánico de la Concepción, hasta la madrugada. Y el cine español se soñó así de espléndido.
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