Dani Fernández abre la puerta a su mundo interior con 'Todo cambia'
El artista ha estrenado su documental en el Festival de Málaga, donde repasa toda su trayectoria
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Dani Fernández ha vivido un proceso intenso con la realización de su documental Todo cambia. “La verdad es que ha sido toda una experiencia”, confiesa el cantante. Nunca había contemplado la idea de hacer un documental sobre su vida, y menos en un momento tan crucial de su carrera. “No me venía a la cabeza algo así, nunca lo hubiera pensado”, admite. Todo comenzó con la idea de hacer un seguimiento de su gira, pero poco a poco, el proyecto fue evolucionando hasta convertirse en una película documental que narra su historia con una visión más personal.
El punto de partida fue una propuesta de Repsol, que colabora con el artista desde hace años y vio en la trayectoria de Fernández un reflejo de su propia transformación. “Cuando Repsol me cuenta un poco el cambio que estaban haciendo y cómo se asemeja a lo que yo he vivido, me pareció una propuesta muy interesante”, explica. En un principio, el enfoque estaba más centrado en la gira y en cómo su música se conectaba con su evolución personal y profesional. “Querían incluso que mi gira utilizara su energía 100% renovable”, comenta. Sin embargo, conforme avanzaba el proyecto, se hizo evidente que había una historia más grande por contar: “Nos dimos cuenta de que no solo era un seguimiento de conciertos, sino que podíamos hacer algo más profundo, algo que mostrara realmente quién soy”.
“Al principio fue un poco raro, porque inevitablemente piensas en qué dirán los demás”, admite. Con el tiempo, logró naturalizar la presencia de las cámaras. “Llegó un momento en el que simplemente me olvidé de ellas y me mostré tal cual soy”. Para él, la autenticidad ha sido siempre clave en su música, y con el documental quiso trasladar esa misma sinceridad a la pantalla. Además, sintió que compartir su historia podría ayudar a otros: “Quería que la gente se sintiera reflejada, que viera que detrás de cada lucha hay una historia de superación”.
A pesar de sus inseguridades iniciales, el artista confiesa que poco a poco dejó atrás sus miedos. “Siempre tienes esa duda de si tu historia es lo suficientemente interesante como para contarla”, comenta, preguntándose si le interesaría a alguien. Pronto comprendió que lo importante no era la fama o el reconocimiento, sino el mensaje. “Si un solo chaval ve el documental y se motiva para perseguir su sueño, entonces habrá valido la pena”, afirma. Fernández ha trabajado en la música desde los 16 años y ahora, con 33, siente que su experiencia puede servir de inspiración.
En cuanto a su participación en el Festival de Málaga, donde se ha estrenado Todo cambia, admite que le ha hecho “mucha ilusión”. Recuerda con cariño que, años atrás, tanto él como su banda fueron parte de la banda sonora de una película que se presentó en el mismo festival. “Siempre me ha gustado el ambiente de Málaga en estos días, se nota que la ciudad tiene algo especial cuando está el festival”. Lamenta no poder quedarse más tiempo debido a compromisos profesionales, pero espera tener más oportunidades en el futuro: “Me hubiera gustado quedarme más días y disfrutarlo mejor, pero sé que vendrán más ocasiones”.
El documental, dirigido por Alberto Ortega y Charlie Arnaiz, ofrece una mirada profunda y honesta a la vida de Fernández. La idea del proyecto surgió de la colaboración previa de Etta Films con Warner, que junto a Repsol, con quien Dani ya había trabajado, impulsaron la posibilidad de contar su historia en un documental. Desde el principio, los directores tenían claro que querían hacer un seguimiento directo del artista, capturando su día a día, sus momentos más íntimos y la evolución de su carrera sin artificios ni reconstrucciones.
Una de las mayores sorpresas para los directores fue la naturalidad con la que el cantante actuaba frente a las cámaras. A pesar de no ser actor, sostienen que se desenvolvía con soltura incluso en situaciones tan personales como una fiesta de cumpleaños en su casa. La presencia de cámaras y equipo técnico no afectaba su comportamiento, lo que permitió capturar momentos genuinos y conmovedores, como la llegada de su esposa del trabajo o la preparación de la comida en familia. Esta autenticidad se convirtió en una de las claves del documental, logrando que el espectador sienta que es testigo de la vida real de Dani Fernández sin intervenciones artificiales.
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