Emilio Palacios, en el Festival de Málaga: "En España en general se están haciendo películas cada vez más potentes"

Tierra de nadie, dirigida por Albert Pintó, es un thriller dramático que explora la complejidad de la amistad y la lucha por la supervivencia en un contexto marcado por la violencia y el narcotráfico. La historia sigue a tres amigos: Mateo, un guardia civil con un fuerte sentido del deber; Juan, un antiguo pescador convertido en narcotraficante, y Benito, un depositario judicial atrapado entre la legalidad y el crimen, ambientada en la Cádiz actual. La película, presentada en el Festival de Málaga, forma parte de la Sección Oficial, pero fuera de concurso.

Pregunta.Como director, ¿cómo se le ocurrió toda esta trama?

Respuesta.Albert Pintó. Es un guion que viene de Fernando Navarro y del productor, que llevan cinco años trabajando en él, y a mí me llaman hace dos años y quieren que lleve el timón de este guion. Al inicio es un poco un thriller policíaco, un poco más apegado a la acción. Lo que sería un thriller puro, conversando con Fernando y Álvaro, decidimos que lo más interesante es llevar la película hacia una relación de amistad de los tres personajes para sobre todo retratar el drama y el conflicto que viven las familias de aquí, del sur de España, y todo lo que les sucede a consecuencia del tráfico de drogas. Ese es el embrión del proyecto. A partir de ahí, empieza una una especie de investigación de venir aquí, empaparse sobre todo lo que ha sido este conflicto desde hace tantos años. Y, al final, sale Tierra de nadie.

P.¿Por qué el narcotráfico? ¿Está en auge en España?

R.A. P. No es que esté un auge. Hace muchos años que está, ya hace décadas que este conflicto está aquí. A veces parece que miramos hacia otro lado o cuanto más al norte vives, menos te fijas en esto, pero somos la puerta Europa. Por aquí entra de todo y cada vez de países distintos. En la película hablamos de cárteles mexicanos, pero también hay colombianos, hay rusos... Vienen de todas partes y hay que ir un poco con cuidado para que esto no se nos vaya de las manos y acabe afectando gravemente al país. Ya está afectando gravemente aquí al sur.

P.¿Cómo se ha preparado su personaje y cómo le llegó llegó, Emilio?

R.Emilio Palacios. El papel me llegó como un año antes de empezar el proyecto. Conocí a Albert Pintó y ya empezamos a planear cómo hacerlo. Interpreto a un guardia civil. Yo nunca había hecho de guardia civil, yo siempre había hecho de delincuente, así que lo primero que me dio fue alegría de hacer una cosa diferente, casi opuesta. Me preparé hablando con policías nacionales y con guardias civiles, con muchos guardias civiles, con mujeres y hombres de Madrid y de Cádiz, que me ayudaran a entender un poco de ellos, de su trabajo, distintas cosas que a mí me interesaba conocer para hacer el personaje, para poder seguir bien y dar vida y enriquecer más todavía lo que estaba escrito en el guion. Y luego también leyendo muchos artículos de prensa. Coincidió además todo lo que pasó el año pasado en Barbate. Hubo ocasión de leer y de informarse de muchas cosas. Había mucho material en la prensa a diario y yo me detenía mucho con una mirada especialmente atenta para captar cosas que a mí me interesasen del trabajo.

P.Ha dicho que ha estado siempre en el lado malo de la historia. ¿Cómo ha sido ese paso para prepararse más concretamente en el otro bando?

R.E. P. He interpretado muchos delincuentes, pero cada delincuente es único, entonces voy vacío, voy con una mirada limpia y a informarme de quién es, con quién se mueve, qué hace, qué circunstancias tiene, qué le pasa, qué hace en el proyecto y tal. Y aquí lo mismo, con una mirada limpia. Y luego también me ha servido mucho ver grandes series policíacas americanas, sobre todo como es The Wire, como es La Ciudad Nuestra, as series de David Simon, que es un maestro de las series, es un maestro de este mundo nuestro, pero en especial del mundo policíaco es especialmente maestro. Eso es para mí una gran inspiración.

P.Para acabar, ¿cómo cree que está el thriller en España?

R.E. P. Creo que en España en general se están haciendo películas cada vez más potentes, a nivel de dirección, a nivel de fotografía, de medios... Creo que estamos en un nivel muy bueno, contando historias muy potentes, se está produciendo mucho, se está produciendo muy bien. Como actor, lo que señalaría es que echamos en falta dedicarle más tiempo al trabajo actoral, dedicarle más tiempo a los ensayos, tener más tiempo en los rodajes, que no prime solo una buena fotografía. Todas esas cosas son muy importantes para contar una buena historia. Una buena fotografía, una buena dirección en cuanto a las cámaras, en cuanto a sacar al actor bien potente, de plano... Todo eso es muy importante y ya tenemos los medios y lo estamos haciendo. Yo creo que ahora hace falta centrarse en qué historia queremos contar, qué estamos contando con la historia, qué es lo importante de contar para no fliparnos con todos los medios que estamos teniendo y con lo bien que está lo que hacemos. Y seguir indagando en lo esencial, en lo elemental. ¿Qué historia estamos contando? ¿De qué queremos hablar? ¿Qué conflicto queremos tocar? ¿Qué tema queremos tocar? ¿De por qué lo queremos contar? Seguir haciéndonos esas preguntas. Y para esas preguntas son muy importantes los actores, que somos los seres humanos que estamos interpretando y poniendo lo nuestro. Entonces, que se le dedique también y que se le dé valor a eso. Que se gaste dinero también en que pueda haber tiempo de ensayos, más tiempo en el rodaje, ensayos de verdad, no pasar por encima, leer un poco, sino ensayos de verdad, dedicarle tiempo. Aunque no se vea, no es lo mismo gastarse dinero en eso que gastarse dinero en conseguir este hotel para rodar, eso se ve. Pero gastarte dinero en que los actores tengan tiempo para trabajar, tiempo para investigar, para cambiar las cosas, creo que eso puede mejorar mucho y seguir poniéndolo en un nivel al que ya estamos yendo, pero que puede dar un giro más.