Enrique Arce: "Aparte de ser comedia, tiene esa parte que subyace por debajo que es qué frágiles son nuestras existencias"

El tiempo no solo marca el ritmo de la vida, sino que también la transforma de maneras inesperadas. Carlo, un enigmático relojero con un talento peculiar, parece tener la capacidad de alterar el destino de quienes cruzan su camino. Mientras ajusta sus relojes y engranajes, las vidas de los habitantes de su ciudad toman giros inesperados, empujándolos a enfrentar sus miedos, deseos y dudas más profundas. Pequeños Calvarios se presenta en el Festival de Málaga, una comedia protagonizada por Pablo Molinero, Enrique Arce, Berta Vázquez y Arturo Valls.

Pregunta.¿De qué va a la película?

Respuesta.Pablo Molinero. Va de esos pequeños universos, esas pequeñas burbujas en las que vivimos, que creemos que estamos a salvo ahí, hay una especie de seguridad, lugar de confort de supuesta felicidad, en la que nos comunicamos a través de Instagram: "Mira, qué feliz soy", y que no es real, no son tan profundas o no tiene cimientos tan fuertes como nos creemos. Pequeños cambios, pequeñas alteraciones en ese mundo hacen que se vaya todo al traste. Es una historia graciosa, hilarante, cómica, pero con un poquito de fondo.

R.Enrique Arce. Es una historia en viñeta, hay un nexo común que es unas vidas relativamente normales, bien construidas, que de repente un elemento modificador hace que todas esas vidas se descuajeringuen y se conviertan en un despropósito, hilarante, que va in crescendo. En mi caso, es una escena que tiene lugar en un camping, un tipo que quiere simplemente pasar unas vacaciones lo más tranquilas posibles y cómo por una decisión que toman, en un momento determinado, se va convirtiendo en la auténtica pesadilla. En un pequeño gran calvario. Hay cosas que van sucediendo cada vez más grandes que le dan el tono a esta película, que es una locura y una hilaridad. Aparte de ser comedia, tiene esa parte que subyace por debajo que es qué frágiles son nuestras existencias y que cerca estamos de que toda nuestra existencia perfecta, de la noche a la mañana, pase a una completa locura y despropósito.

P.Cuéntenme sobre sus personajes, qué pueden compartir con ellos...

R.P. M. Es un relojero como muy perfeccionista, muy obsesivo, pero que como hacemos muchos, no que se plantea su trabajo y su trabajo va más allá de lo que hace. Son elegidos y realmente él aplica una especie de psicomagiacon los relojes, con un programa que se escucha siempre a la hora que arregla sus relojes. Asocia el reloj a una de las personas que llaman, programa para arreglar el reloj también o interferir en el reloj y en la vida de la persona que llama. Son una especie de títeres, altera la vida de los demás, pero que al final acaba tomando de su propia medicina.

R.E. A. Está construido desde la carcasa al final. Lo que intentamos hacer es que empezamos trabajando desde el continente. Por eso hay tanta importancia al color y al arte dentro de la película, trabajamos desde fuera para dentro. Con mi personaje comparto que, al final, todos tenemos momentos en los que hay grandes miserias que nos afectan y que si le das la vuelta, se pueden convertir incluso en situaciones cómicas. Tengo miserias, al igual que el personaje de Manuel, y que a veces las cosas no salen como te gustaría.

P.¿Cómo se ha preparado el papel?

R.P. M. Pues la verdad es que de una manera muy seria porque yo tengo pocas oportunidades de hacer comedia, estoy más películas más dramáticas. En mi compañía se trabaja mucho la tragicomedia y las cosas para mí tienen que ser, incluso las graciosas, muy serias. Tiene que darte, te tienes que reír tú, pero esa persona lo tiene que estar pasando mal o tiene que estar en una situación un poco extraña, pero sin ser consciente de ella. Mi personaje no tiene comedia, lo que pasa es que es cómico, es cuando lo ves desde fuera porque lo ves en ropa interior, arreglando relojes y así en dando vueltas arreglando un reloj, pero es porque el tío tiene un ritual muy serio.

P.Enrique, usted es un actor muy versátil, hace de todo. Un actor 360.

R.E. A. Acabo de dar un taller que se llama "el actor 360", fíjate, justo acabo de terminarlo y lo impartía yo. Fíjate ese acertado en tu comentario.

P.Cuénteme un poco. ¿Cómo lo hace para cambiar de un género a otro?

R.E. A. Yo creo que hay dos estilos muy, muy diferenciados de interpretación. Hay gente que lleva el personaje a él y es muy lícito, y siempre son ellos haciendo diferentes personajes. Hay otros que necesitamos el disfraz, el cambiar la modificación. A mí me gusta mucho más la inteligencia, mucho más ese trabajo, o se me da mejor hacerlo desde ahí. Al final dices qué método utilizas, haces un batiburrillo y desde ahí tiras con lo que puedas. A mí me gusta mucho el jugar al disfrado para convertirme en otro, no que otro se convierta en mí. Es una decisión creativa como es igual de válida que la otra. Hay gente que prefiere la otra, son igual de válidas. Es probar lo que te funciona mejor y o con qué disfrutas más, es una decisión simplemente creativa e instintiva. Instintivamente, me pedía más trabajar ese rol desde que empecé.

P.¿Y ya para acabar ¿Cómo llevan presentar la película aquí?

R.P. M. Un afortunado, porque la verdad es que no es fácil estar, hay muchas películas, muchos directores, muchas directoras. Es un mundo muy complicado, conseguir dinero para hacer una película, rodarla, llevarla a festivales... Los que podemos estar en ventanas como el Festival de Málaga, Dios, tenemos que ser agradecidos. Es preciosa la ciudad, ya no me acordaba. Hace tiempo que que vine y es preciosa, pero seamos conscientes del privilegio que tenemos de toda la gente que que se ha presentado.

R.E. A. Bueno, es un doble premio siempre estar en Málaga para mí. Es un premio ya en sí, en este caso es una película eminentemente valenciana, yo soy valenciano. Es un momento en el que Valencia, como sabes, necesita mimitos y cariño, y que las cosas nos vayan mejor y espero que tenga todo el éxito del mundo. Hay que apoyar los proyectos valencianos ahora que estamos con todo ese tema de postdana.