¿Qué esperas de la vida?

La vida inesperada. Sección Oficial, Comedia, España, 2014. Dirección: Jorge Torregrossa. Guión: Elvira Lindo. Reparto: Javier Cámara, Raúl Arévalo, Carmen Ruiz, Tammy Blanchard, Sarah Sokolovic.

Han pasado 16 años desde que se inició el Festival de Cine Málaga. En aquella primera edición, La primera noche de mi vida, dirigida por Miguel Albaladejo y con guión de Elvira Lindo, fue la que se hizo con el premio a la Mejor Película, Mejor Actor (Emilio Gutiérrez Caba) y el Premio del Público. Ayer, para cerrar esta 17 edición del certamen, Lindo regresó con una comedia -coproducción hisapo-estadounidense- llena de sentimientos y melancolía, que arrastra emociones y quién sabe si algún premio más.

Juanito (Javier Cámara) es un actor que se marchó a Nueva York en busca del triunfo, pero pasados los años, éste no ha llegado. Sin embargo, elude enfrentarse a ese punto en la vida en el que hay que decidir qué hacer con la vida, si merece la pena seguir intentándolo o hay que ponerse a otra cosa. La visita de su primo (Raúl Arévalo), que en el desarrollo de la película no llega nunca tener nombre, acaba siendo el detonante para que todos esos sentimientos estallen, incluidos los del primo, aunque en principio parece tenerlo todo -un trabajo y una chica con la que está a punto de casarse en España-.

Los cosacos de Kazán, de la zarzuela Katiuska de Pablo Sorozábal, inicia de una manera natural una historia que, sin dejar de lado la comicidad, introduce al espectador en la realidad de unas vidas que aún tienen mucho por decidir. Interpretadas por Juanito en pequeños teatros de español, al igual que Tres sombreros de copa y Doña Rosita la soltera, éstas últimas para demostrar unos sentimientos encontrados, que son los que han llevado al primo hasta Nueva York a replantarse su futuro. Cámara y Arévalo consiguen con esta relación entre primos plasmar hábilmente las fobias a los retos, a un nuevo futuro, a replantarse si quiera el presente. Un aplauso aparte merece la madre de Juanito (Gloria Muñoz), que a través de sus conversaciones por Skype traslada al espectador la ternura y frescura de las relaciones entre una madre y un hijo.