Hugo Silva y Megan Montaner protagonizan ‘La buena suerte’, donde se retrata la violencia filioparental
El largometraje forma parte de la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga

El equipo de La buena suerte compartió en rueda de prensa sus impresiones sobre la adaptación cinematográfica de la novela homónima, de Rosa Montero, destacando el reto de trasladar una historia compleja a la gran pantalla y el proceso de construcción de personajes. La película cuenta con un elenco “excepcional” y una dirección comprometida con aportar una nueva perspectiva a la obra original y participa en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga.
El productor de la cinta, Gerardo Herrero, resaltó la importancia de mantener el interés del público a lo largo de la película: “Conseguimos un casting casi perfecto, es una película factible de producir. Me gusta hacer películas entretenidas. Lo que me interesa es no aburrirme viendo una película y que la gente no se aburra”. Además, destacó la riqueza temática del libro en el que se basa la historia y su originalidad: “La película habla de muchas cosas, el libro tenía dentro muchos temas que me parecía original contar”.
Hugo Silva, uno de los protagonistas, profundizó en el dilema que enfrenta su personaje, quien intenta huir de su pasado creando una nueva realidad basada en la mentira: “Lo que pasa es que da igual, tus circunstancias siempre te van a perseguir y al final te tienes que hacer cargo”. También subrayó la complejidad de la paternidad, un tema central en la película: “Me parecía muy interesante este conflicto de los padres con sus hijos”. Confesó que, cuando son problemáticos y les tienen cariño y quieren protegerlos, la paternidad es “casi una condena si se mira así”, desde ese punto de vista.
Por su parte, Megan Montaner, que interpreta a Raluca, admitió que no había leído la novela antes de recibir el guion, pero que quedó cautivada por su personaje y la historia en general: “De repente tienes que hacer frente y luchar contra los miedos de cada uno. Me encantó volver a coincidir con Gracia (Querejeta)”.
La directora reconoció lo difícil que fue trasladar personajes ya definidos en la mente del escritor: “Suplantar eso de lo que el escritor ha tenido en la cabeza mucho antes que yo es un trabajo difícil”. Finalmente, la autora de la novela, Rosa Montero, recalcó que lo que realmente le interesa en una adaptación es que el cineasta logre reinterpretar la esencia del libro: “Si es capaz de transmitir y reconvertir las sensaciones de la novela, lo habrá logrado”.
Nada más comenzar, Querejeta quiso expresar su “felicidad e ilusión” de volver a un Festival de Málaga al que ha estado acompañando desde su primera película. La directora explicó también el reto que le supuso adaptar al cine la novela de Rosa Montero cuando Gerardo Herrero se lo propuso: “Me entró un poco de pánico, ya que recordaba la obra muy compleja y llena de matices”. Asimismo, quiso remarcar que no todo lo que está en la novela se plasma en la película, sino que está enfocado más en su “interés narrativo”
La buena suerte se perfila como una adaptación que no solo respeta la esencia del libro, sino que también ofrece una mirada nueva y cinematográfica a su historia. La trama, que narra la situación de un hombre que deja todo para empezar una vida nueva, combina dos vertientes temáticas, tal y como ha detallado Gracia Querejeta. Por un lado, la violencia filioparental, entendida como aquella que los hijos ejercen sobre sus padres, tan poco tratada en el cine. La fortaleza que proporciona el amor, sobre todo en las situaciones más desesperadas, es la otra base en la que este largometraje se apoya, según la directora.
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