Loreto Mauleón, sobre 'La buena letra': "El reto ha sido entre todos conseguir contar mucho con muy pocas palabras"
El largometraje, dirigido por Celia Rico, gira en torno a una mujer en la posguerra y cómo afectó la guerra civil en su día a día
Celia Rico revive a Chirbes y a 'La buena letra' en el Festival de Málaga

En La buena letra, la directora Celia Rico y la actriz Loreto Mauleón transportan a los espectadores a la España de la posguerra para contar una historia de supervivencia, sacrificio y heridas que no terminan de cerrarse. A través de la mirada de Ana, una mujer que lucha por sostener a su familia entre guisos, secretos y silencios, la película explora las cicatrices emocionales que la guerra civil ha dejado en quienes intentan seguir adelante. Sin embargo, la llegada de Isabel, la joven esposa de su cuñado Antonio, alterará el frágil equilibrio que Ana ha construido, poniendo a prueba sus esfuerzos y demostrando que el sacrificio no siempre es recompensado. El largometraje participa en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga.
Pregunta.Como directora, cuénteme en qué se inspiró y por qué decidió hablar de la posguerra.
Respuesta.Celia Rico. La lectura del libro me conmovió profundamente y pensé que sería muy bonito trasladarlo a la pantalla para hacer un homenaje a estas mujeres que resistieron en una de las épocas más duras de nuestra historia y que se sacrificaron. Es algo que casi no hemos visto en el cine. Intentamos, a través del personaje de Ana, ser muy respetuosos y mostrar ese silencio que hizo que la mujer renunciara a su sueño, a su posibilidad de soñar con su futuro, y que pusieran por delante cuidar a la familia. Que fueran como cavando hacia adentro, una vida muy profunda y llena de tristeza.
P.La narrativa se centra un poco en el silencio y en lo cotidiano. ¿Cómo ha hecho de lo ordinario, algo extraordinario?
R.C. R. Cuando intentamos hacer estos pequeños gestos del día a día como cotidianos, en realidad, no estamos pensando en convertirlo en algo extraordinario, sino que estamos decidiendo casi como un gesto político poner la mirada ahí porque normalmente la mirada se pone hacia un lugar de mucha más épica. Y si lo pensamos de una manera profunda y honesta, creo que hay mucha más épica en reutilizar unas cáscaras de naranja e ingeniárselas para que eso se convierta en un posible plato de comida para la familia. Creo que tiene que ver con un compromiso con contar eso que normalmente pasa desapercibido y que es fundamental, porque sin eso no se sostiene la vida.
P.Loreto, ¿qué sintió cuando le llegó este proyecto?
R.Loreto Mauleón. Pues mira, yo había leído el libro hacía unos cuantos años y ese libro en especial me gustó mucho, Imagínate cuando te dicen que vas a hacer un casting con Celia Rico para un personaje que ya te gusta de por sí, de una novela que te encanta. Los nervios se multiplican, pero imagínate. Es como: ¿Qué más quiero? Y cuando Celia dijo que sí,supe que iba a traer cosas bonitas porque ella es así de bonita, quiero decir, es un regalo.
P.La trama gira en torno a usted. ¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado?
R.L. M. Creo que el reto ha sido entre todos conseguir contar mucho con muy pocas palabras y a través de esas miradas, pero esas miradas tenían que estar llenas y para llenar todo eso ha habido un estudio previo muy profundo. La dificultad ha sido esa, condensar toda esa información en algo muy concreto y muy pequeño, pero tampoco ha sido una tarea difícil, porque ha sido muy gustoso y entre todos. Yo sola no me he sentido ningún momento, entonces creo que eso quita dificultad al trabajo.
P.¿Cómo ha sido el rodaje? ¿Alguna curiosidad?
R.C. R. Pues yo creo que ha sido ha sido un rodaje, dentro de que estábamos trabajando, con unas temáticas y un contexto muy duro y de mucho sufrimiento. Pienso que el trabajo ha sido muy placentero y para mí ha sido una suerte y un privilegio y poder trabajar con Loreto y con el resto de los actores y ha habido mucha conexión. Era muy bonito porque las dos entendíamos al personaje y las miradas de la misma manera y no hacía falta. Yo pensaba: "Le voy a proponer algo a Loreto". Y Loreto ya lo había pensado, porque estaba habitando el personaje desde un lugar muy, muy profundo, de una verdad. Ha sido muy generosa y muy honesta con el con el trabajo, muy respetuosa y muy comprometida también con todo lo que había en su mirada, lo ha llenado de capas. De hecho, es supertrabajadora Loreto, y creo que bueno que lo ha bordado.
R.L. M. Nos queremos mucho, ha sido un encuentro muy bonito. Ha sido un regalo que nos ha dado la vida.
P.Es un tema muy oscuro. ¿Cómo han sabido dar con un rayito de luz?
R.L. M. Eso era también la búsqueda todo el tiempo de encontrar las luces y las sombras de los personajes. Unos personajes que intentan salir un poquito a la luz cada uno de su manera. Algunos lo consiguen más, otros lo consiguen menos, no sé. Lo permiten más y otros menos. Ha sido esa búsqueda la que nos ha llevado. Y luego también a nivel de imagen, de iluminación, en todos estos equipos han hecho también esto que Celia tenía en la cabeza y encontrar esas metáforas en los objetos, como en las cortinas.
R.C. R. Para mí es muy bonito que el cuerpo de Loreto en la película contiene como toda esa oscuridad, todo ese dolor, pero luego su mirada, que es una mirada tan empática y tan compasiva, tiene la luz que también tiene la película. Como atravesar las sombras a través de la luz de una mirada. Eso es un trabajo muy bonito, muy delicado.
P.¿Y cómo se sienten al presentar esta película aquí en el Festival de Málaga?
R.L. M. Bueno, felices.
R.C. R. Felices, emocionadas, nerviosas y con muchas ganas de que el público...
R.L. M. Estamos recibiendo cosas bonitas. Mucho respeto. Es como el broche. Un final bonito al camino, a lo recorrido.
R.C. R. Mucha gente nos está diciendo que se ha acordado de sus abuelas. Muy bonito que la película haga este ejercicio de memoria.
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