El mal contra el mal, una "paradoja moral" para el debut de Zoe Berriatúa
Sección oficial
El cineasta relata en 'Los héroes del mal' el violento tránsito a la madurez de tres adolescentes.
Cuando tenía 25 años, el actor y cineasta Zoe Berriatúa escribió un guión que no empezó a rodar hasta ocho años después, sin medios pero con mucho afán de sacarlo adelante. El texto ya le había llegado a Álex de la Iglesia para que lo produjese. "Pensé que no se iba a poder hacer esta película, que nunca encontraría a actores tan jóvenes que dieran la talla, afortunadamente no me hizo caso, los buscó y los encontró", dijo Álex de la Iglesia. Una secuencia rodada, la primera del filme, sirvió para convencer al equipo de productores. Así comenzó a gestarse Los héroes del mal, la ópera prima de Berriatúa en la que narra el tránsito de la infancia a la madurez de tres adolescentes con la violencia como hilo conductor.
"No es sólo una película sobre la violencia, ésta es un dato más, en un relato sobre el descubrimiento de la amistad adulta, del sexo, del amor y el desamor, del despecho y del poder de la violencia, de ese choque que se produce en el paso a la vida adulta", explicó el director de la segunda cinta presentada en la sección oficial. "Los protagonistas no saben hacerse mayores, no saben enfocar el sufrimiento", agregó Berriatúa y subrayó que Los héroes del mal "es una paradoja moral".
Primer día de clase en un instituto cualquiera. El alumno que se sienta en la última fila es catalogado en pocos minutos como el friki. Comienzan las humillaciones, pero no agachará la cabeza. Junto a otro compañero que decide vivir en su lado oscuro y a una chica también algo inadaptada planeará la venganza de todo aquél que considere que se lo merece. Pero lo que a priori podría considerarse como legítima defensa, se convierte en una espiral de destrucción. "Utilizan el mal contra el mal y eso revierte contra ellos", comentó el director, que no quiso buscar explicaciones "tendenciosas" a las causas de esa violencia sino incidir en el posicionamiento moral. "Ajustician a alguien sin saber si es inocente o culpable, sin estar preparados para juzgar y se les va totalmente de las manos", agregó Berriatúa.
Jorge Clemente, el malagueño Emilio Palacios y Beatriz Medina soportan el peso de la acción. Aunque contaban con escenas rodadas con los padres de estos adolescentes -que "ayudaban a conocer un poco más a los personajes", según su director-, fueron eliminadas del montaje según recomendaciones de los productores que consideraron que así "quedaría más redonda".
"Estos tres actores han conseguido sacarle todo el jugo a una historia compleja y le han dado su nivel de fuerza y de energía, de violencia y de ternura", consideró Álex de la Iglesia, que afirmó sentirse "muy orgulloso" de la película.
El personaje de Beatriz Medina "es tan complejo, tan lleno de matices, que quise hacerlo en cuanto me dieron el guión", recordó la actriz, para la que lo complicado fue mostrar "cómo siente y se emociona cuando la película va tan a machete". Palacios comentó que "gran parte del trabajo consistió en confiar en el guión y disfrutar con él, con lo violento y lo duro del personaje, que acaba bastante pringado". También Clemente "se dejó llevar" para sacar delante de la cámara un lado que nunca antes había conocido.
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