'Ojalá pudiera contarte la verdad', el corto del Festival de Málaga que aborda el misterio de la masacre de Uchuraccay de Perú
La proyección, obra del peruano Víctor Augusto Mendívil, aborda el suceso a través de archivos y su propia experiencia como familiar de una de las víctimas
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El cine documental ha sido, históricamente, una herramienta para la memoria, la denuncia y la búsqueda de la verdad. En este contexto, Ojalá pudiera contarte la verdad, el cortometraje de Víctor Augusto Mendívil que forma parte del Festival de Málaga, se erige como un testimonio íntimo y, al mismo tiempo, colectivo sobre la masacre de Uchuraccay, un episodio trágico del conflicto armado interno en Perú. "Mi tío tenía 23 años cuando ocurrió, fue interesante recopilar y hacer un viaje al pasado a través del archivo para tratar de plasmar cómo me he sentido durante estos años con este miembro de la familia ausente terrenalmente", explicó en una entrevista con Málaga Hoy.
El proyecto surge de una necesidad profundamente personal. Desde hace tiempo, el director trabaja en un largometraje documental sobre la vida de su abuela paterna, Gloria Estrelles, que perdió a su hijo Jorge en la masacre de Uchuraccay, en medio del conflicto armado interno que ocurrió en Perú entre los años 80 y el 2000. Jorge Mendívil, junto con otros ocho periodistas y un comunero, fue asesinado el 26 de enero de 1983 en un episodio "rodeado de misterio y versiones contradictorias". El cortometraje, en palabras del director, busca reconstruir la memoria de su tío y, a la vez, confrontar el silencio que ha rodeado a su familia por años.
El audiovisual se basa en material de archivo, tanto familiar como periodístico, en distintos formatos audiovisuales. Mendívil comentó que este proceso le permitió no solo reconstruir la historia, sino también enfrentar las múltiples versiones que existen sobre la masacre. "Es un misterio, soy incapaz de esbozar una verdad absoluta sobre lo que pasó y por qué pasó aquel día", confesó. Este enigma histórico, sumado a su conexión personal con la víctima, convierte el documental en una pieza que entrelaza lo individual y lo colectivo.
Para Mendívil, realizar Ojalá pudiera contarte la verdad fue un ejercicio de memoria y resistencia. Con el paso de los años, muchas versiones oficiales han intentado "minimizar o desdibujar" los hechos ocurridos en Uchuraccay, promoviendo una "política de olvido". Sin embargo, para el director, es fundamental continuar la lucha de su abuela y de otros familiares de víctimas de la violencia política en Perú. "Es la necesidad de plantarle cara al olvido, de seguir difundiendo memoria para que estas cosas no vuelvan a pasar", enfatizó.
La historia de Jorge Mendívil y su impacto en la familia han sido una constante en la vida del director. Aunque no llegó a conocer a su tío, creció con la ausencia marcada en el núcleo familiar. Sus padres, que planeaban casarse poco después de la tragedia, esperaban que Jorge fuera su padrino de bodas. La boda se realizó sin que ellos supieran aún que Jorge había sido asesinado. Esta experiencia ha marcado a Mendívil y lo ha llevado a cuestionar la forma en que las generaciones posteriores lidian con las heridas del pasado.
Uno de los mayores desafíos en la realización del cortometraje fue el acceso a los archivos. Mendívil contó que muchos documentos y registros audiovisuales de la masacre no son de libre acceso, lo que lo llevó a cuestionarse a quién pertenece la memoria histórica. "Parte de la historia de mi familia estaba en archivos que no nos pertenecían, ni siquiera al Estado peruano", admitió. Esta dificultad resalta la problemática del acceso a la información en casos de violaciones a los derechos humanos.
El financiamiento fue otro de los grandes obstáculos. Ojalá pudiera contarte la verdad fue completamente autogestionado, con recursos propios del director. La falta de presupuesto limitó la posibilidad de contar con un equipo más grande y dificultó la obtención de algunos archivos. Sin embargo, Mendívil logró sacar adelante el proyecto con trabajo arduo y una fuerte convicción en la importancia de su historia.
A pesar de las dificultades, el director destaca que el cortometraje no solo busca narrar lo ocurrido en Uchurajay, sino también generar empatía con otras familias afectadas por la violencia política. "Es importante conectar con otras víctimas, con otras masacres, con otras violaciones de derechos humanos", señaló. Su intención es que el documental sirva como un recordatorio de que la historia no debe repetirse.
El cine documental, para Mendívil, es una herramienta de resistencia contra el silencio impuesto por el Estado y las narrativas oficiales. Con su obra, busca dar voz a los ausentes y hacer visibles las heridas que aún persisten en la sociedad peruana. En este sentido, Ojalá pudiera contarte la verdad no es solo un ejercicio de memoria personal, sino un llamado a la reflexión y la justicia.
Actualmente, el director reside en Quito, Ecuador, aunque mantiene un vínculo constante con Perú. Su compromiso con la memoria histórica no se detiene en este cortometraje, ya que ya está trabajando en un nuevo proyecto que abordará temas relacionados con la situación política y social del país. Mientras tanto, Ojalá pudiera contarte la verdad continúa su recorrido por festivales, llevando consigo una historia que, como muchas otras, merece ser contada y recordada.
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