Santi Amodeo: "En Andalucía creo que tenemos una forma peculiar de relacionarnos con la muerte, un poco más lúdica"

El director estrena en el Festival de Málaga El cielo de los animales, una adaptación del libro del estadounidense David James Poissant

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Santi Amodeo y Paula Díaz posan para esta entrevista.
Santi Amodeo y Paula Díaz posan para esta entrevista. / Mar Bassa

El Festival de Málaga sigue acogiendo películas en su sección oficial para encarar las últimas tres jornadas. El cielo de los animales, el nuevo largometraje de Santi Amodeo basado en la obra del escritor estadounidense David James Poissant, trata sobre la pérdida. Son cuatro historias sobre difuntos pasados y futuros: los que fueron, los que serán y los que se van ante nuestros ojos. La película es un drama protagonizado por Raúl Arévalo, Manolo Solo, Jesús Carroza, Paula Díaz, África de la Cruz y Claudio Portalo, bajo la dirección de Santi Amodeo.

Pregunta.La sinospsis está muy bien, pero explíquenme ustedes de qué va la película.

Respuesta.Santi Amodeo. Bueno, son cuatro relatos sobre la pérdida, sobre el duelo, todo gira un poco alrededor del duelo. Gente que ha muerto, gente que va a morir o que quizás muera. Son cuatro relatos basados en un libro de relatos de David James Poissant. Son relatos que son impresionistas, pequeños chispazos de un momento vital de los personajes, con un tema en común que es la pérdida.

P.¿Qué tiene el libro que le captó para adaptarlo?

R.S. A. Yo estaba rodando en Argentina, pero rodando otra película. Mi director de arte iba caminando, paseando conmigo, y vio una librería. Me compró un libro y me dijo que allí estaba mi próxima película. Eso me lo han dicho mil veces y nunca ocurre, nunca es mi próxima película. Pero en ese libro, la verdad es que no sé si por estar en Argentina y ahí tenía tiempo, cuando terminaba de rodar, en mi tiempo libre no tenía mucho que hacer, y me empapé del libro. Me enamoré, me parece que toma el tema de la muerte de una manera muy... Podría decir hasta optimista, no es tristón y eso me gustaba, me llamó. Conectaba con mi forma de verlo, de Andalucía. En Andalucía creo que tenemos una forma peculiar de relacionarnos con la muerte, un poco más lúdica que en otros sitios, que está mucho más a flor de piel, como que convivimos con la muerte de una manera mucho más natural. Y el libro lo tenía.

P.Paula, cuénteme quién es su personaje.

R.Paula Díaz. Amanda es una chica que ha pasado por un cáncer y, a raíz de eso, pierde un brazo. Ella tiene que convivir con eso, pero es una persona muy independiente y que no le gusta que la gente le juzgue o que sienta lástima por ella. A partir de eso, Amanda se crea como una especie de coraza que tiene el efecto contrario. Ella busca enseñar su brazo y buscar lo contrario en la gente que le rodea. Luego ella conoce al personaje de Diego, que está interpretado por Raúl Arévalo. Se encuentran los dos personajes en un momento... Diego, el personaje de Raúl viene de una ruptura con su pareja y Amanda viene de un momento quizás de soledad y de necesidad de aislarse del mundo. A raíz de ahí, comienzan una relación.

P.No puedo hacer spoiler de la película, pero en el tráiler aparece una escena que se quita el brazo ortopédico, lo tira, no tiene vergüenza de que se vea.

R.P. D. Claro, es como una reivindicación que hace ella.

P.¿Cómo indagó para prepararse el personaje? Porque tiene una historia complicada al haber pasado un cáncer.

R.P. D. Sí, pues bichando en internet, hay un montón de referentes. Hay un cantante que tiene un estilazo y un rollazo increíble. Tiene un muñoncito y él lo enseña. En sus conciertos no se pone un brazo ortopédico ni nada, va con su muñón. Entonces, como esa actitud de de reivindicación, de "esto es lo que tengo y me gusta así, quiero que la gente lo vea". Es como una apuesta.

P.¿Le costó meterse en este papel?

R.P. D. No, la verdad. Lo que sí es cierto es que durante la película me tuve que rarar. Cuando ocurrió, lo que sentía el personaje de "no me gusta que la gente me mire, y al mismo tiempo quiero que me miren y yo mirarlos a ellos y decirles 'esta soy yo'". Eso me ocurrió a mí. Porque cuando iba al bar, iba a desayunar, la gente que pasó de verme con un pelazo rizado a calva, al "a esta chica le ha pasado algo". La gente como que me miraba con pudor, pero tampoco me decía nada. Esa mirada la sentí como Paula. Eso me ayudó y la incorporé al personaje.

P.Como director y como actriz, ¿cuál ha sido el mayor que se han encontrado?

R.S. A. Como director hay muchos. De todas formas, a mí, salvo el estreno, que me pone muy nervioso y es la única cosa, todos los demás procesos del cine me gustan mucho y los disfruto mucho. Son problemas, pero es que son problemas que se trata de eso, se trata de resolverlos. Son como un cubo de rubik, si no, no sería divertido. Estábamos trabajando una fotografía, que yo creo que es excelente, está mal que yo lo diga, pero queda muy bien en la fotografía. Es en analógico, en ektachrome, que es un tipo de negativo, que no es negativo y es como diapositiva, que es muy difícil de trabajar con él. Hay muy pocas películas que se atrevan a trabajar con él. Eso era un reto, controlar a ese caballo salvaje era un reto y el director de fotografía lo ha llevado muy bien. Después, con la interpretación, yo ya había trabajado con casi todos. Con Raúl Arévalo no, pero tenía muy buena relación y siempre hemos coincidido. Lo que era más complejo era esa diferencia entre Raúl y Paula, que ella es su tercera oa cuarta película, lleva poco, me conoce, sabe cómo es el rodaje, conoce al equipo y está relajada, pero Raúl es un monstruo, tiene muchas películas a sus espaldas. Ellos crearon una atmósfera común, el mérito es de ellos. Manolo Solo y Jesús Carroza, aparte de ser los dos amigos, llevan muchos años y son muy parejos en la forma de trabajar, aunque cada uno con su estilo, para mí era mucho más fácil de trabajar. África y Claudio, por otro lado, Claudio era su primera película y venía un poco más verde. África había rodado conmigo antes y estaba relajada. Tenía que conseguir algo homogéneo en materias primas tan diferentes y eso fue lo que más me costó.

R.P. D. A mí me costó entender el código de la película. Yo ya había trabajado con Santi, pero es verdad que esta, concretamente, me estaba constando llegar. Me acuerdo de que en los ensayos, Santi me decía: "Aún no hemos encontrado al personaje". En esa búsqueda, en realidad, hasta que no he visto la película terminada, no he entendido lo que queríamos buscar. Porque, al final, siento que los personajes están todo el rato eludiendo esa parte de dureza que Santi dice. La muerte se toma desde una perspectiva casi vital. Pues a mí esto me estaba costando. Al final, el personaje, pues cada uno en todas las historias tienen algo por lo que sufrir, evidente. Pero los personajes están siempre tapándolo. Y eso me costó.

R.S. A. Eso dice ella, yo creo que le costase mucho. Pero bueno, que los actores juzgan mucho, en este caso la actriz, las cosas por lo que sienten. Pero yo siempre les digo que una cosa lo que tú sientes, como que le haga nadar sin un brazo o que Claudio se tuviera que arrastrar por un ataque de abejas, sin que hubiera abejas porque las añadimos más tarde, y eso te puede costar mucho y te puede hacer estar sufriendo, pero desde fuera yo digo que esto está impecable.

R.P. D. Es verdad que está guay que yo ya tenía confianza con Santi. Ya habíamos hecho una película juntos, sabía su estilo, sabía que iba a ser algo distinto. Que no es el cine al que estamos acostumbrados a pensar de que al espectador hay que dárselo todo mascadito, que muchas veces tendemos a eso todos. Pero Santi tenía las ideas muy claras y, al final, esa seguridad a mí se me transmitió.

P.Ya para cerrar, ¿cómo sienten presentar la película aquí?

R.S. A. De dos maneras diferentes. Primero, que el festival, cada año, en cada edición crece más, es más potente. Es más rotundo, no sé cómo explicarlo, pesa más, y estar aquí cada vez es más difícil. También creo que estamos pasando por un buen momento de cine español, habrá opiniones para todo, pero yo creo que hay mucha competencia. Tú ves que en los certámenes hay cine de nivel. Voy a ser un tópico, pero solo con ya estar aquí, eso ya me produce alegría. Lo que pasa que a mí, el día del estreno en concreto, me pongo muy nervioso. Cuando me ponga el traje, ya estoy nervioso, y ya quiero que sea mañana. Hoy un concreto, si me haces esta pregunta, mañana te diré que muy feliz porque ya que te cojan... La selección de aquí tiene mucho peso, saben mucho de cine. Si nos cogen a nosotros y no a otras doscientas y de gente muy famosa y con mucho peso, te hace pensar que estamos por el buen camino y te pega un empujoncito.

R.P. D. Es muy buena señal. Para mí, un poco en esa línea. Yo siento que Málaga cada vez es más grande.

R.S. A. Aquí entran, entre dos o tres secciones, 30 películas. Esto tiene mucha dimensión y tiene un peso real. Estos días está aquí toda la industria.

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