Delgado Vizcaíno defiende que las cooperativas agrarias necesitan "un verdadero" proceso de concentración
Foro Joly Andalucía
El presidente de Covap mantiene que en un contexto económico de mercados globalizados este tipo de sociedades debe buscar crecer en tamaño y en dimensión como "un medio para ganar eficiencia y competitividad"
El presidente de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap), Ricardo Delgado Vizcaíno, defiende que “la industria agroalimentaria en general y las cooperativas agrarias en particular necesitan de un verdadero proceso de concentración”. Así lo ha manifestado durante el desayuno-coloquio, enmarcado dentro del Foro Joly Andalucía y organizado por el Día con el patrocinio de Cajasur, en el que ha pronunciado la conferencia Cooperativismo agrario, sector agroalimentario y Covap. Un desayuno-coloquio prologado por el director de el Día, Juan Ruz, quien ha destacado que sin el ponente “no se entiende Covap”.
Delgado Vizcaíno –de quien su presentador, el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, ha insistido en que “lleva a Covap en la sangre”– ha defendido que la salud del sector agroalimentario actual es fuerte y con futuro, “pero está muy atomizado”. Así ha detallado que la industria agroalimentaria la componen 31.300 empresas que facturan una media de cuatro millones de euros; mientras que son 3.700 las cooperativas agrarias que hay en España, con una facturación media de ocho millones de euros. “Nos encontramos con el 90% de todas ellas facturan menos de diez millones de euros”, ha incidido.
Por ello, indicó que “es tan evidente” la necesidad de ese proceso de concentración “que se ha creado la Ley de integración cooperativa. En los últimos diez años se han dado pasos: a pesar de que ha caído un 8% la cifra de cooperativas, su facturación, sin embargo, ha subido entre un 56% y un 57%”.
El responsable de la entidad vallesana justifica la necesidad de ese “verdadero proceso de concentración” cooperativista “no como un fin”, sino como “un medio para ganar eficiencia y competitividad, para añadir valor mediante la transformación y la comercialización de nuestras producciones y abordar las inversiones necesarias para ello”. También como fin para poder atender adecuadamente los volúmenes y calidades que requieren los grandes clientes y ganar capacidad de negociación, además de para abrir nuevos mercados, para innovar y para integrar la cadena alimentaria y hacerla sostenible, “desde la colaboración y la eficiencia de todos los eslabones que en ella intervienen, construyendo alianzas estables y transparentes entre los productores, la industria y la distribución”.
En este sentido, ha insistido en que “la importancia” de una cadena alimentaria sostenible ha dado lugar a la Ley de mejora de la cadena alimentaria “y las cooperativas agrarias son una pieza clave que encaja perfectamente en este modelo, porque estamos cerca del origen y podemos integrar la producción y la transformación, garantizando la seguridad y la trazabilidad”, indicó el presidente de Covap.
Delgado Vizcaíno ha insistido en que el sector agroalimentario en general y las cooperativas agrarias dentro de él, “tienen una fuerza realmente importante. Y además, futuro, teniendo en cuenta que la previsión de crecimiento de la población mundial para 2050 hasta los 10.000 millones de habitantes necesitará de un incremento de la producción de alimentos del 70%”. En este contexto, ha defendido que el primer reto –“el gran reto”– de las cooperativas agroalimentarias es el de “abordar el crecimiento de la producción de alimentos de modo sostenible, respetando el medio ambiente, cuidando el planeta”.
Así, ha destacado que la sociedad está muy sensibilizada con estas cuestiones, “y es lógico, todos debemos estarlo; el cambio climático, el bienestar animal, el uso racional de antibióticos y de fertilizantes. Tenemos que hacer una agricultura y ganadería responsables, con buenas prácticas, sin duda, hacer todo lo que esté en nuestras manos muy bien. Y comunicar bien lo que hacemos, lo que supone para el mundo rural la agricultura y la ganadería, debemos construir un discurso con argumentos sólidos frente a tantas exageraciones que escuchamos a diario, cuando no falsedades”. Sentenció que “somos los primeros interesados en cuidar nuestro medio, lo que nos da de comer”.
Frente esta atomización de la industria y las cooperativas agroalimentarias, Delgado Vizcaíno ha puesto de relieve que “vivimos en un mercado globalizado, competitivo y complejo, inestable, en el que se abren una serie de frentes que nos retan”.
Entre esos frentes ha destacado la concentración de los suministradores de insumos y de la distribución; los cambios en los hábitos de consumo, “con un consumidor mucho más informado, digitalizado, que compra por nuevos canales, exigiendo inmediatez, demandando alimentos saludables y funcionales, de empresas socialmente responsables”; o la aparición de nuevas tecnologías “que están revolucionándolo todo a velocidad de vértigo”. También los cambios demográficos, las migraciones, los conflictos bélicos, el hambre, los proteccionismos, los nacionalismos, Trump y sus aranceles y guerras comerciales, el Brexit, el despoblamiento del medio rural, “la llamada España vaciada”.
El presidente de Covap ha puntualizado que los principales retos de las cooperativas pasan por una mayor mentalidad empresarial y mayor profesionalización, por la formación; por una mayor orientación al mercado y más innovación; por una comunicación más activa, un marketing más innovador; y por el relevo generacional y una mayor incorporación de la mujer.
Delgado Vizcaíno ha insistido en que no solo en lo económico es importante el papel de la cooperativas agrarias: “todos sabemos de su relevante contribución al desarrollo social y cultural de la comunidad donde se hallan, a la cohesión social y territorial, a fijar la población al territorio, dando vida a nuestros pueblos, frenando la despoblación de esa España vaciada de la que tanto se habla y se escribe hoy”. Y ha defendido que Covap “es ejemplo de esto. Hacen falta grupos cooperativos fuertes; cooperativas con cultura empresarial, profesionalizadas en su gestión, dimensionadas y competitivas; hacen falta cooperativas que trabajen entre sí, y cooperativas con valores”.
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