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Ana Mena estuvo a punto de presenciar el rodaje de una película para adultos

Entrevista

La cantante ha contado en ‘El Hormiguero’ una curiosa anécdota que le ocurrió en una vivienda de alquiler en la que estaban preparando canciones para su disco

El viaje emocional de Ana Mena a través de ‘Bellodrama’

El día que se le rompió el colchón a Ana Mena en una escapada romántica

Ana Mena ha promocionado su último éxito musical, 'Carita triste', en 'El Hormiguero'.
Ana Mena ha promocionado su último éxito musical, 'Carita triste', en 'El Hormiguero'. / ATRESMEDIA
Juan José Gardón

02 de octubre 2024 - 16:10

Ana Mena se ha convertido en una de las grandes figuras del pop nacional. La artista malagueña ha promocionado en El Hormiguero su último éxito, Carita triste, que interpreta con Emilia y también ha repasado los pormenores del final de Bellodrama Tour, su gira de conciertos que concluye el próximo 22 de diciembre en el Wizink Center.

Pablo Motos le ha preguntado cuál es su carita triste para dar pena y lograr sus objetivos. “Yo tengo la carita del gato de Shrek. Tiene que ser tierna y hay que pestañear para conseguirla”, ha declarado la cantante de Estepona.  

En el videoclip de su último single, Ana Mena y Emilia rompen cosas mientras hablan de sus fallidas historias de amor. ”Me encanta, me quedé muy a gusto. A ver, no me encanta romper cosas, pero cuando tengo la oportunidad de hacer un vídeo, que es todo ficción, me encanta hacer cosas superlocas. Y en este vídeo rompemos cosas, rompemos la casa del supuesto novio que nos ha sido infiel a las dos. Me encanta hacer cosas así en los vídeos, me lo paso muy bien, porque son cosas que en la vida real no se deben hacer”, ha manifestado.

Ana Mena ha confesado que es una chica normal a la que le gusta más quedarse en casa que salir a la calle. “Yo creo que esto ya lo he contado aquí. A mí es que me gusta mucho una tarrina de helado, una cena guarrilla y grasienta, invitar a amigos para desahogarme y ver películas. Y si son películas más dramáticas de lo que yo ya estoy, mejor todavía, porque así lo mío me parece menos importante”, ha señalado.  

La cantante malagueña, que en su tema Carita triste habla de las rupturas, ha hablado sobre los desengaños amorosos y cómo se lleva con sus exparejas. “Depende de lo que me hayan hecho, soy de una forma o de otra. Si no ha sido una ruptura muy decepcionante para mí… A mí me gusta mucho quedar bien con la gente, de verdad. Intento terminar siempre bien y me gusta llevarme bien con la gente, no soporto el mal rollo porque lo paso mal, no me gusta el mal rollo para nada. Ahora, si me ha jodido mucho, si me ha jodido bien, desaparezco de su vida radicalmente y no me vuelve a ver el pelo nunca más, pero no porque le quiera hacer la vida imposible, ni mucho menos, sino simplemente porque le quiero lejos”, ha recalcado.

La actriz ha recordado una anécdota que le ha ocurrido este verano con un alquiler de una vivienda en la plataforma Airbnb. “A mí me pasan cosas bastante curiosas en Airbnb. Este verano, una persona de mi equipo alquiló un Airbnb durante cuatro días para preparar mi disco. Entonces vino gente desde Estados Unidos, desde Colombia y desde muchos sitios para dedicarnos exclusivamente a escribir canciones para el disco y ahí estuvimos liados durante un fin de semana. Pero el lunes, que dejábamos la casa, teníamos el checkout a las dos de la tarde. Entonces, la noche anterior salimos de fiesta y ese día nos podíamos levantar tarde. Y empecé, a las diez de la mañana, a escuchar ruidos. Escuché ruido de chicas, me levanté y me encontré a una muchacha maquillándose en el baño y a gente en el salón preparando luces y cámaras para rodar un vídeo para adultos, una peli porno. Y lo supe porque dejaron allí una caja llena de mandanga, de cosas”, ha relatado.

Ha sido un verano repleto de sobresaltos para la joven malagueña que tuvo un problema con una empresa de mensajería que perdió los estilismos de una semana. “Yo tenía una semana de promos y de eventos por Europa. Recuerdo que el lunes tenía que estar en Bilbao; el martes, en Roma; el miércoles, en París; el jueves, en Napolés; y el viernes terminaba en León. El domingo, contraté los servicios de una empresa de mensajería con todos los estilismos para esa semana, pero no llegó. Entonces, tuvimos que solucionarlo sobre la marcha. Cogí cosas de mi armario que me quedaban grandes, llamé a una amiga que sabe coser y se vino a mi casa con la máquina de coser a arreglar ropa que no me ponía desde hace años. Se llevaron una pasta”, ha concluido. 

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