Ella es Carmen Borrego, aunque no lo parezca, e hizo testamento antes de entrar al quirófano

A punto de dar a luz su sobrina, Alejandra Rubio, que fue mamá este pasado jueves, Carmen Borrego tenía previsto saltar a la portada de Lecturas de esta semana tras pasar por el cirujano para retocarse la cara, el cuello y los brazos. No era la primera vez que pasaba por la camilla. La hermana de Terelu Campos se ha sometido a una triple operación estética de la que sale favorecida y el peinado, de estilo más funcional, contribuye a lo suyo. Una renovada sonrisa con una operación que se practicó nada más regresar de Sevilla para la entrega de la medalla de Bellas Artes que recogieron en nombre de María Teresa Campos.

El resultado del quirófano por ahora es rejuvenecedor y es lógica la sorpresa de encontrarse así, un poco irreconocible, a la contertulia de Telecinco. Se ha arreglado el aspecto, pero eso sí, no ha compuesto aún la relación con su hijo, José María Almoguera.

Aunque la operación fue hace una semana y media, ella no ha querido empañar la noticia sobre su sobrina, con la que guarda una buena relación, ha querido insistir en esta entrevista.

Borrego, que tiene 58 años, presenta una renovada fisonomía de cara a las fiestas navideñas y se garantiza apariciones en las tertulias para explicar cómo ha vivido esta experiencia mientras se debatirá el resultado, que en estos momentos no parece chirriante. Aún sufre ciertas inflamaciones, con sus dolores y sus expectativas de que todo ha tenido un buen resultado.

Esa triple intervención (cara, cuello y brazos) preocupaba a la protagonista, que acudió al notario a hacer testamento antes de acudir a la clínica del doctor De Benito. Algún mal presentimiento para tenerlo atajado y que finalmente ha quedado atrás. Su mayor preocupación después ha sido la de dar bien en la cámara en su posado postoperatorio.

La paciente explica que en su operación se ha practicado una técnica que hace suturas en rectángulos, con poca incidencia invasiva y que no ha alterado la dentadura, que se había retocado también. Para la cara y cuello se ha practicado una incisión "por debajo del mentón" y "por detrás de las orejas", ha explicado Borrego en su exclusiva para Lecturas.

En esta segunda intervención de De Benito la operada cree que ha quedado todo como deseaba y que por fin podrá ponerse collar, para que rabie Lydia Lozano. Pese a los temores de tener que dejar testamento le ha sentado todo tan bien que incluso la anestesia no le dejó secuelas.

Precisamente sobre su intervención en la dentadura, Carmen recuerda que llevaba años "tapándose la boca para sonreír". "Es algo que me ha acomplejado siempre” y que con su nuevo aspecto es un trauma que queda atrás.