Alfarnate: altitud, naturaleza e historia de unos de los pueblos más singulares de Málaga

La provincia de Málaga se destaca por su inusual relieve montañoso. A lo largo de su costa, se encuentran diversas formaciones montañosas, y en su interior, cuenta con terrenos con desniveles notablemente pronunciados, lo cual sorprende a quienes la visitan por primera vez. Esta peculiar topografía alberga una amplia variedad de ecosistemas que le otorgan a la provincia una riqueza natural única. De hecho, solo la provincia de Asturias en España presenta un relieve más accidentado que Málaga.

En el norte de la comarca de la Axarquía, cerca de la provincia de Granada, se encuentra el pueblo de mayor altitud sobre el nivel del mar en toda la provincia: Alfarnate. Este encantador pueblo descansa en un valle rodeado de imponentes montañas, como las sierras de Enmedio, Palomera y Jobo. Su ubicación geográfica parece haber sido diseñada por la propia geología para el asentamiento humano. Protegido por las montañas y rodeado de cerezos, nogales, almendros y olivos, Alfarnate se encuentra a 886 metros sobre el nivel del mar y a 50 kilómetros del Mediterráneo. Este enclave ofrece sus maravillas en términos de naturaleza, clima y patrimonio histórico, invitando a los visitantes a disfrutar de su entorno natural y descubrir su rica herencia histórica.

Debido a su estratégica ubicación entre las provincias de Granada y Málaga, y su posición en una de las principales rutas históricas que conectaban ambas ciudades, Alfarnate ha sido durante siglos un importante punto de paso. Este pasado histórico se refleja en la emblemática Venta del Alfarnate, construida a finales del siglo XVII y que ahora está a la venta. Esta venta fue utilizada por el rey Alfonso XIII y frecuentada por famosos bandoleros como José María el Tempranillo o Luis Candelas.

Hoy en día, los antiguos caminos que unían esta región de la península se han convertido en carreteras o senderos que permiten disfrutar de un entorno natural envidiable. Uno de estos senderos es el Sendero de las Morillas, que se encuentra bien señalizado y ofrece un agradable recorrido por los alrededores del pueblo. También es posible utilizar este sendero para llegar al municipio vecino de Alfarnatejo, que se encuentra a una distancia de cuatro kilómetros, o visitar el Lagar de Olmedo. Otra opción es seguir el sendero hacia el Pico del Viló, un recorrido un poco más largo pero que vale la pena debido a las impresionantes vistas panorámicas que ofrece del territorio circundante. Estos puntos se encuentran al sur del pueblo, mientras que hacia el norte se encuentran subidas más exigentes, como el pico Chamizo.

La historia de Alfarnate y el origen de su nombre se remontan al pasado musulmán de la zona. Se cree que su nombre proviene de "al farnat", que significa "molino de harina" en árabe de la época. Esto se debe a que se ha registrado la producción de harina en la zona durante la Edad Media y períodos posteriores.

Un acontecimiento histórico importante que Alfarnate comparte con otros pueblos de la zona es el gran terremoto de 1884. En la tarde del 25 de diciembre de ese año, la región experimentó uno de los terremotos más devastadores de los últimos siglos, que causó una gran destrucción en las provincias de Granada y Málaga. Se reportaron 745 muertos y 1.485 heridos, con un total de 4.399 edificios destruidos y 6.316 en estado ruinoso en ambas provincias. Este desastre obligó a muchas localidades de esta área de Andalucía a reconstruir sus edificios y rehacer sus vidas después de la tragedia.

Gracias a su elevada ubicación y su cercanía al mar, la zona de Alfarnate disfruta de un clima agradable. Además de su rica historia, que incluye los vestigios árabes del Cerro del Castillejo, esta región alberga también yacimientos prehistóricos en los alrededores de los arroyos Morales y Palancar, así como en el puerto de los Alazores. Es una zona relativamente desconocida en la provincia de Málaga, pero que ofrece a sus visitantes tranquilidad y hermosos entornos naturales para disfrutar.