Así suena el agua en Jorox durante el caluroso julio de Málaga

La aldea de Alozaina es un inusual reducto fresco en el que el agua corre entre sus pocas calles por las acequias

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Así suena el agua en Jorox durante el caluroso julio de Málaga / Romero
Redacción La Farola

12 de julio 2022 - 23:02

Es una pequeña aldea que cuenta sus habitantes por decenas y tiene un pasado musulmán que aún conserva con el agua como hilo conductor. Jorox, la peculiar aldea que vive entre cascadas y saltos de agua, tiene un sonido poco habitual en los calurosos meses estivales de Andalucía: el del agua corriendo por las acequias que serpentean sus calles y alimentan sus cultivos. Además se uno el de la particular cascada que está en las proximidades del pueblo, entre los cañones y acantilados que forman paisajes preciosos en esta parte de la provincia de Málaga, en las mismas puertas del parque de la Sierra de las Nieves.

Sin duda es un lugar digno de visitar, aunque hay que tener en cuenta que es una pequeña aldea sin un gran casco urbano en la que la gente vive tranquila, por lo que respetar el entorno, los huertos, las casas y demás puntos que se pueden visitar en el pueblo es algo clave en su equilibrio. Reseñable y con muy buena cocina y materia prima es el bar que está justo a la entrada, la venta RivitaRivita. Un sitio para repetir. Si se quiere visitar su cascada y su poza hay que ser cuidadosos con los residuos y tener en cuenta que, aunque está cerca del pueblo, el camino es muy empinado por lo que algún apoyo puede venir bien para no perder pie en la senda. La vuelta, con tranquilidad si no se tiene la costumbre de subir ese tipo de pendientes. Hay sobra en el camino, por lo que se puede hacer tranquilamente, merece la pena.

Eso sí, habitantes y lugareños tienen claro que un tesoro natural de estas características debe de ser preservado con la mayor de los celos en una época que marca la carencia de agua prolongada en el tiempo, según los datos de los últimas décadas. Las naranjas y los aguacates son las principales frutas que se cultivan en este entorno, aunque también hay huertas que aprovechan el legado musulmán para poder cultivar todo tipo de hortalizas. Un pequeño paraíso en torno al agua en la provincia de Málaga que se mantiene fresco en el duro verano andaluz.

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