Tras la estela del obispo Buxarráis
Viviendas de Cáritas para personas mayores con pocos recursos
Cáritas destina un edificio de viviendas en la Victoria a personas mayores con pocos recursos
Málaga/El que fuese obispo de Málaga entre los años 70 y 90 del pasado siglo, Ramón Buxarráis, recibirá un homenaje en forma de acción social, una labor con la que se comprometió desde que, de manera voluntaria, dejase el cargo de pastor de la iglesia diocesana en 1991: un edificio de apartamentos para atender a personas mayores con rentas no contributivas y en situación de vulnerabilidad llevará su nombre en el barrio de la Victoria.
Será el prelado malagueño actual, Jesús Catalá, el encargado de inaugurar este viernes a las 17:30 las dependencias sitas en la plaza Alfonso XII, junto a los jardines del Santuario de la Victoria. El edificio cuenta con ocho apartamentos de un dormitorio en los que residirán nueve personas, dado que una de las viviendas se reserva para un matrimonio.
El inmueble cuenta con tres plantas y un patio interior que servirá de zona común para los nuevos residentes de estas dependencias diocesanas.
Un particular donó al Obispado de Málaga este inmueble con el deseo de destinarlo al cuidado de personas mayores. Ya con anterioridad, los responsables de Cáritas y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) usaron estas dependencias para albergar a los refugiados destinados a Málaga durante la crisis migratoria vivida durante el verano del año 2016.
Antes de su primera ocupación, los pisos fueron completamente rehabilitados y en los últimos meses se han realizado modificaciones para adaptarlos a su nuevo uso.
En la misma jornada, el obispo Catalá visitará el centro Tomás de Cózar en el 25 aniversario de su apertura. Tras las inundaciones sufridas por la capital en 1989, el entonces prelado, Ramón Buxarráis, mandó construir estas dependencias con el fin de atender a las necesidades de los damnificados por las lluvias torrenciales.
Responsables de Cáritas indicaron que “de la noche a la mañana, antiguos corralones, ocupados en buena parte de los casos por personas de avanzada edad, fueron destrozados por las fuertes lluvias ante la impotente mirada de quienes no solo perdían su hogar, sino también las pertenencias y recuerdos de toda una vida”.
Ante esta situación, Buxarráis concertó la cesión de un solar por parte del Ayuntamiento de Málaga donde se instalaron dichos apartamentos, en pleno corazón del centro histórico. En este cuarto de siglo de existencia, 35 personas han vivido en esta comunidad de vecinos en un ambiente familiar, según indican los responsables del centro, comandados por Alfonso Clavero.
Cinco voluntarios y una trabajadora forman parte de este centro asistencial en el que pueden residir hasta 12 familias. Distribuidos en tres plantas, cada apartamento incluye salón, cocina, un dormitorio y un cuarto de baño. Las personas que pueden acceder a este recurso carecen de recursos para el acceso a una vivienda digna, no pueden desarrollar sus tareas cotidianas de manera autónoma ni contar con alternativas de acogida familiar o colaboración de las administraciones públicas.
Un prelado con dedicación a los más necesitados
A sus 88 años, el obispo Ramón Buxarráis mantiene el espíritu que el Papa Francisco anunciase casi al inicio de su pontificado cuando recordó que “queremos una iglesia pobre para los pobres”. El sacerdote catalán ha destinado sus últimos años a los más necesitados en Melilla tras renunciar a la mitra y el báculo en 1991. Desde la ciudad autónoma fundó el centro de formación profesional Baraca en la localidad marroquí de Nador. En su periplo por estas tierras inauguró, el pasado 16 de noviembre, el centro Al-Morafaca, con el fin de apoyar la formación integral de mujeres marroquíes con edades comprendidas entre los 15 y los 25 años y ubicado en la localidad de Ras el Mal. Responsable pastoral de la prisión melillense durante varios años y dedicado a los más pobres, un contratiempo en su salud le obligó a trasladarse a Málaga en el último año para ser atendido en la residencia El buen samaritano, como cualquier otro usuario. El obispo Buxarráis llegó a la diócesis de Málaga en 1973, a finales de la dictadura, y en el pregón del año 1976, realizado por el periodista Francisco Fadón, animó a los cofrades a desprenderse de los bienes materiales para potenciar la labor con los más necesitados. Posteriormente autorizó la apertura de las puertas de la Catedral para las estaciones de penitencia.