La Cueva del Gato y el Charco Frío.
La Cueva del Gato y el Charco Frío.

El nombre lo dice todo: Charco Frío, un oasis de agua fresca en pleno verano. Ubicado en un entorno de alto valor ecológico en el término municipal de Benaoján, este enclave se encuentra dentro de uno de los pueblos de la provincia de Málaga donde el agua juega un papel fundamental en su entorno. Además, este lugar comparte su espacio con el parque natural de Grazalema, que abarca parte de su territorio.

Aunque la provincia de Cádiz es la principal protagonista de este espectacular espacio natural, hay una porción que se extiende en los límites de la provincia malagueña. Tanto el Charco Frío como la Cueva del Gato se encuentran en este territorio compartido. Lo peculiar de este paraje es cómo el agua llega hasta aquí: a través de un río subterráneo, ofreciendo una experiencia única en medio de la naturaleza.

El río Guadares no solo es el protagonista de la singular charca de agua fría en pleno verano, sino que también da forma a varias de las cavidades más impresionantes de la provincia. Una de ellas es la Cueva del Hundidero, un espacio espectacular con una entrada de dimensiones colosales y un techo que se eleva a más de 50 metros de altura, pero lo más asombroso no es su tamaño, sino su ubicación. El Hundidero es famoso por sus formaciones únicas y se convierte en una visita obligada para los apasionados de la espeleología.

El río Guadares es el escultor de esta cavidad y de un sistema espeleológico en el que la Cueva del Gato es el acceso más conocido, sobre todo porque en sus inmediaciones se encuentra el Charco Frío. Las imágenes de la cueva son impactantes, pero explorarla es una tarea desafiante que requiere compañía y permisos adecuados, ya que no está habilitada para el público general. Si se busca una experiencia extraordinaria en este sistema de cuevas, la Cueva del Hundidero ofrece las mejores visitas y es posible reservar una excursión para explorarla. Este enclave sigue siendo un área de exploración para espeleólogos, quienes han conseguido cartografiar alrededor de 9.000 metros cuadrados de cuevas en todo el sistema Gato-Hundidero en conjunto.

El Charco Frío se origina cuando el río subterráneo que forma el sistema de cuevas emerge a la superficie. Su temperatura es considerablemente más baja que la de los cauces de agua en la superficie y, sumado al contraste con las elevadas temperaturas del ambiente veraniego, proporciona una sensación de frescura aún más intensa. Sin embargo, es fundamental tener precaución al nadar en él para evitar problemas relacionados con los cambios bruscos de temperatura corporal.

Se deben tomar las precauciones necesarias para evitar cualquier riesgo para la salud durante el baño, algo que puede parecer poco común pero que es relevante. Con las precauciones adecuadas para prevenir síncope, sumergirse en el Charco Frío puede ser una experiencia muy agradable, aunque generalmente no muy prolongada debido a la peculiar temperatura del agua. Dependiendo del caudal, el charco puede tener áreas bastante profundas, por lo que es importante ser cauto en todo momento.

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