Paraje del Hondonero: el nacimiento de un río, una cueva y un mirador en Villanueva del Rosario
En Villanueva del Rosario se esconde otro de los rincones escondidos de la provincia de Málaga, un entorno natural privilegiado y que ofrece no sólo una gran jornada de senderismo sino una reconfortante muestra de la naturaleza malagueña, desde el nacimiento del río que pasa por el pueblo, el conocido como El Chorro, la excelsa Ermita de la Virgen del Rosario –patrona del pueblo–, diferentes cuevas o hasta un fantástico mirador de aves. Todo a escasos metros del pueblo, en una travesía de dificultad baja.
La Sierra del Camarolos, una formación geológica compuesta por calizas y dolomías del Jurásico Inferior Medio, asoma con fuerza desde cualquier punto que se observe de Villanueva del Rosario. En su zona está el Paraje del Hondonero, la zona que da nombre también al mirador que ofrece una vista privilegiada de toda la serranía saucedeña, que ofrece espectaculares imágenes también de las sierras colindantes del Villanueva del Trabuco, San Jorge y Sierra Gorda.
En la Dehesa del Hondonero se encuentra la Cueva del Malnombre –aquí aparecieron manifestaciones rupestres esquemáticas de la Prehistoria reciente–, muy próxima al manantial del que nace el río del Cerezo, conocido por los saucedeños como El Chorro. Es en este lugar donde tradicionalmente se celebra el 23 de abril la popular romería de San Marcos. El río es de muy corto recorrido antes del afluir con el río Guadalhorce, aunque el suficiente como para poder ver a su alrededor hasta dos molinos hidráulicos harineros de hace dos siglos. Otra cueva de importancia es la de las Palomas, situada más hacia el sur.
El orden de los factores no altera el producto, y es que muy próxima al nacimiento del río se encuentra la Ermita de la Virgen del Rosario, una construcción edificada en lo que fue siempre un mirador natural excepcional de las fabulosas vistas de las sierras que rodean la localidad de Villanueva del Rosario, el propio núcleo y la depresión perteneciente a la cuenca de Antequera. Se denomina el Mirador del Hondonero.
El lugar es también un privilegiado por su fauna, especialmente por las numerosas aves que se pueden observar con paciencia y sobre todo oído. En invierno son habituales los acentores comunes y zorzales, currucas capirotadas y petirrojos, entre otras. En zonas más altas se pueden llegar a observar buitres leonados, frecuentes en la zona, el águila real o el halcón peregrino.
Si eres de pies ligeros y quieres continuar con la caminata, hay un ruta próxima que lleva hasta el mirador del Alto de Hondonero e incluso al pico Chamizo, que alcanza los 1.645 metros, una distancia de alrededor de siete kilómetros solo ida. La zona es rica en rutas y posibles caminos de senderismo. Lo que sí recomendamos vehemente es que, al acabar tu jornada, pares en alguna de las ventas de la zona, como por ejemplo la Venta las Delicias, con una carta amplia donde destaca la carne (ojo al chivo al ajillo, el ciervo en caldereta o el jabalí adobado) y tienen postres caseros (como el requesón con miel de caña).
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