Los diez pueblos blancos más bonitos de toda Málaga
Málaga es un sinfín de historias, historias labradas en sus calles pero especialmente en sus pueblos, algunos de ellos auténticos iconos no sólo malagueños, sino también andaluces y españoles. Es lógico, por ello, que se fijen en ella. La capital está de moda, epicentro no sólo cultural sino también gastronómico y del buen clima, pero es en los pueblos donde el encanto sigue fluyendo a través de sus "calles adoquinadas, paredes que brillan con el sol, balcones repletos de flores, monumentos históricos y muchas rutas", mencionan desde National Geographic, que seleccionan los 10 pueblos blancos más bonitos de Málaga. Y, ¿cuáles son?
Empiezan por Nerja, de la que no dudan en mencionar su "buen clima" y esa "tradición pesquera y agrícola" que a tantos extranjeros ha seducido y seguirá haciendo. De este rincón malagueño no dejan pasar por alto desde el Balcón de Europa a sus acantilados, pasando por la Iglesia de El Salvador, el Ayuntamiento o la Cueva de Nerja.
Paran también en Antequera, de la que alaban su "situación geográfica", a la que reconocen "como el corazón de Andalucía" por sus restos de historia, "habitada desde el paleolítico" y que cuenta con el Conjunto Dolménico de Menga, Viera, Romeral y El Alcaide. Además, del municipio también reseñan la Alcazaba (Bien de Interés Cultural), la Real Colegiata de Santa María la Mayor o el Convento de Belén.
Quizás algunos no lo tiene en el foco pero El Acebuchal es una pequeña aldea readaptada que ha ganado notoriedad en los últimos años como destino rural y que no dudan en destacar entre lo mejor de lo mejor por National Geographic. "Historias escritas sobre azulejos, calles tranquilas con vecinos dispuestos a saludar, piscinas, alojamientos e incluso rutas hacen de este pequeño reducto de casas un paraíso escondido en la sierra", mencionan.
De aquí nos vamos a Casabermeja, "un pueblo perfecto para los amantes del senderismo por su cantidad de rutas y parajes naturales", pero que también esconde monumentos y puntos de interés como la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Socorro, el Cementerio de San Sebastián, el Conjunto Pictórico de Peñas de Cabrera y la Torre de Zambra, todo calificado Bien de Interés Cultural.
Como no iba a estar Ronda en este listado. "El trazado de herencia morisca y el conjunto de casas blancas con blasones y refrescantes patios que se arremolinan en el centro histórico acaban por rematar el conjuro de enamoramiento que hechiza a los viajeros actuales", mencionan de uno de esos municipios que habla por sí sólo.
Sin duda, otro de los pueblos estrella de Málaga, que atrae a un gran número de turistas, es Frigiliana. De ella fijan ubicaciones claves como la iglesia de San Antonio o el Barribarto. Sin duda el municipio es uno de esos lugares en los que se recomienda perderse, olvidarse de mapas y móviles y dejarse llevar por sus calles adoquinadas. Recomiendan probar algunos de sus "guisos de esencia morisca como el choto (cabrito) con salsa de almendras y postres condimentados con miel".
Casares es el siguiente en la lista, de la que mencionan en primer lugar su castillo, "una fortaleza construida por los árabes en el siglo XIII" que fue bastión defensivo del reino nazarí. También mencionan la iglesia de la Encarnación, el templo parroquial de San Sebastián y la ermita de Veracruz. Recomiendan dar uso a algunos de sus miradores naturales tras una buena ruta
Seguimos para el pleno. Mijas es otro de los pueblos blancos más bonitos de Málaga para National Geographic. "Conforma el paisaje más clásico de los pueblos blancos andaluces, perfectamente conjuntado con las macetas azules que cuelgan de las paredes y las flores de rojo intenso que emergen de ellas", ensalzan, además de recomendar su gastronomía local: gazpachuelo, salmorejo o sopa cachorreña o de maimones.
Archidona y sus leyendas también están en este top, así como sus "casas aparecen recostadas en la falda del monte", también por su Plaza Ochavada, e castillo fortaleza, la ermita de la Virgen de Gracia o el Convento de Santo Domingo.
Y para rematar, Genalguacil. La última parada es en el Valle del Genal, la Serranía de Ronda y rodeado por el llamado Bosque de Cobre. "Genalguacil se ha convertido en un pueblo-museo de referencia, y es que es ya toda una tradición que, desde 1994, cada año diferentes artistas dejan su huella en forma de obra de arte en las calles del pueblo", hacen referencia a las jornadas artísticas y culturales de ente pueblo blanco y a la vez rebosante de arte.
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