Ruta de Villanueva de Tapia a Cuevas de San Marcos: pies, ¿para qué os quiero?
Senderismo y naturaleza
Vamos a aprovechar las botas de montaña que los Reyes Magos nos han traído este año
Ya de paso, podrían haberse estirado un poco y dejado en las zapatillas de andar por casa un GPS con avisador de emergencia
Sendas para quemar las miles de calorías de más que nos hemos metido en el cuerpo durante la Navidad
Los Reyes Magos ya han pasado por nuestras casas (si hemos sido buenos, claro) y seguro que nos han dejado un par de botas de montaña para hacer rutas y corretear por el campo, que es nuestra penúltima gran afición. Un nuevo hobby que con suerte nos puede alcanzar para hacer la ruta que conecta a Villanueva de Tapia con Cuevas de San Marcos. Porque si no, ¿para qué queremos los pies? Si alguna vez nos falta la motivación para caminar, sólo debemos pensar en el pobre Ramón Sampedro.
Ficha
Ruta: lineal.
Distancia: 20 kilómetros aprox.
Dificultad: fácil, pero extensa.
Inicio: Villanueva de Tapia.
Meta: Cuevas de San Marcos.
Tiempo: 5-6 horas.
Así que el próximo fin de semana, ponte las botas (literalmente) nuevas -que habrás domado un poco andando en pijama por casa durante estos días- y lánzate a este sendero que parte de Villanueva de Tapia y que supone una variante de la Gran Senda de Málaga, ya que se mueve por el camino que nos conduce hacia Villanueva de Algaidas.
Así, esta ruta de cerca de 20 kilómetros (es larga, pero muy sencilla, sin grandes desniveles ni complicaciones, perfecta para quemar los millones de calorías de más que nos hemos metido en el cuerpo estas navidades) comienza, como ya hemos dicho, en Villanueva de Tapia, en dirección a Villanueva de Algaidas.
Por este camino a avanzaremos algo menos de tres kilómetros, hasta el cortijo de la Morena, en el extremo norte de la Sierra del Pedroso, una isla de vegetación en medio de un pequeño mar de olivos. En este punto, el camino se bifurca siguiendo, por un lado, hacia el actual trazado de la Gran Senda -hacia el oeste, en dirección a Villanueva de Algaidas que está a una distancia de 12 kilómetros- y, por el otro, hacia el norte, dejando la cortijada de la Morena a la derecha, en dirección a Cuevas de San Marcos que es el que seguiremos.
Un camino que asciende entre grandes encinas y algunas manchas verdes de matorral, con unas buenas perspectivas de la sierra si, como los ancianos, miramos atrás una vez que nos encontramos en el punto más alto del camino -a más de 900 metros de altitud-. Aquí el camino nos conduce hasta una casa de campo en lo alto de un cerro de la conocida como colonia de los Frailes. Desde aquí se llega a la carretera MA-6100, que se ha de cruzar -por lo que, como dicen las madres, gastaremos cuidado que la gente va como loca con los coches- para continuar una ligera subida por el cerro del Castillejo.
Así, se corona la zona de puertos entre las lomas de los Carruchos y las Laderas y se llega al conocido como cortijo Benítez, alrededor del cual hay otras construcciones en ruinas, rodeados de olivos. Desde este punto comienza un zigzagueante descenso que alcanza el cortijo de Cucarrete y, un poco más adelante, a cerca de ocho kilómetros del inicio de la ruta, se cruza el arroyo del Adelantado para recorrer el diseminado de Zamarra Parrilla, perteneciente a Villanueva de Algaidas, con su interesante ermita de la Virgen del Socorro, que data de 1716.
Se atraviesa esta pedanía y se comienza a subir, en el kilómetro noveno, hacia la zona del cortijo Alto, desde donde avanzaremos en dirección hacia Iznájar, pero tomando un camino que conduce a la barriada rural de La Blanquilla. Caminando, caminando, poco antes de llegar a dicha barriada salimos hacia un cruce en el que tomamos rumbo, entre almendros, al cortijo del Cerro de los Bueyes.
Desde la mole de las ruinas de este antiguo cortijo, el recorrido ofrece vistas a la campiña cordobesa y al Valle del Genil, y desde aquí comienza a descender entre nuevos olivares. Además, en las cercanías a este punto se marca el cambio de términos municipales, de Villanueva de Algaidas a Cuevas de San Marcos.
Los siguientes hitos del camino son el cortijo del Conejo, con sus frutales y chumberas, y el arroyo de los Puercos. En este punto se comienza a remontar el curso fluvial y atrás se dejan unos huertos donde hay membrillos, cerezos, nogales y granados.
Debemos caminar girando progresivamente hasta el noroeste para coronar un alto que proporciona buenas vistas de Sierra del Camorro de Cuevas Altas. La sierra esta catalogada como Monumento Natural debido a sus valores geológicos y naturales, sobre todo la famosa falla, y para llegar a su flanco hay que vadear el arroyo de las Piedras.
Desde este punto ya no hay pérdida: llegamos a Cuevas de San Marcos, situado debajo del pantano de Iznájar, cuyo dique se levanta en tierras malagueñas, y entrando por el camino con el mejor nombre del mundo: el camino de Revienta Costales.
Ya en Cuevas de San Marcos disfrutaremos de un merecido descanso visitando una localidad tranquila, de una belleza serena y con buenos restaurantes donde recuperar la lozanía perdida durante la ruta.
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