Ruta por los bares y tabernas más antiguos de Málaga
La hostelería de Málaga es rica por su pluralidad, por su numerosas novedades, por su importante número y por acoger a tanta cocina diferente. Pero entre ella hay algunos veteranos, tabernas y bares que llevan entre nosotros prácticamente desde siempre. Málaga cuenta con algunos bares y tabernas muy antiguos, templos donde la gastronomía de Málaga brilla, donde lo clásico no es sólo el producto, sino también su clientela.
Antigua Casa de Guardia
La Antigua Casa de Guardia es con diferencia la taberna más antigua de Málaga capital. Fue allá en 1840 cuando el vinicultor malagueño José de Guardia abría el local y comenzaba una historia que se extiende hasta estos días con más de 150 años de historia. El local ha pasado por numerosas manos durante todo este tiempo, aunque clave fue José Garijo y su papel con la bodega. El Pajarete, el Pedro Ximénez o el Moscatel son comandas que siempre están presentes en una jornada en la Antigua Casa de Guardia, así como un buen vermú o alguna de las muchas tapas que acompañan sus licores. Sin duda una taberna imprescindible en Málaga, un icono de lo que fuimos y somos.
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Bar Málaga
Otro clásico entre los clásicos, Bar Málaga. Allá por 1852 abría sus puerta en la mágica y encantadora calle Santa María, 4. Es una de esas tabernas que combina a la perfección platos típicos de Málaga, con el servicio siempre agradable en barra –también cuentan con una segunda planta con comedor en la que disfrutar de toda su carta–. El atún en manteca es el rey en Bar Málaga, un obligatorio en tu comanda, aunque las croquetas, alcachofas y sus tablas son excepcionales. Su barra es un golpe al pasado y cuenta con dos pequeñas mesas en las dos terrazas de su segunda planta que permite otear todo la calle mientras se disfruta de un buen vino.
Pimpi Florida
Y si hablamos de barras y tradición, desde 1953 es un icono de Málaga el Pimpi Florida, en la barriada de El Palo. Es sin duda una de esas tabernas que marcan diferencia, especialmente por las dimensiones del local, con un barra que deja solo un pasillo para sus clientes de pocos metros donde es rara la noche en la que no acaban todos agolpados entre sí. El vino y la cerveza acompaña a una pequeña carta en la que el marisco es de primera, reinan los gambones, el calamar a la plancha, las gambas al pil pil, sus montaditos... ¡o incluso su lechuga! La sencillez del lugar es siempre acompañada de buena música, ambiente privilegiado y unos precios a los que nadie combate.
El Pimpi
Es un icono de la ciudad pese a llevar abierto menos tiempo que cualquier de las anteriores pero su magnitud y crecimiento le han colocado en la cúspide. En la céntrica y siempre ajetreada calle Granada, El Pimpi hipnotiza por su música, sus barriles, su vino y una barra en la que acoge no sólo a malagueños todos los días, sino multitud de turistas atraídos por esas firmas de celebridades que buscan una pizca de Málaga en su carta, donde destacan los ligeritos y las chacinas.
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