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San Juan: la noche de todas las moragas
No hay entrada de verano que se precie sin que el grupo de amigos plantee una moraga, que no ha de ser más que pasar parte o toda la noche riendo, cantando y bailando junto al mar
Anoche, las playas volvieron a llenarse para festejar la llegada de la temporada estival
Málaga/El tiempo no era especialmente caluroso. La llegada del levante después de tres días de terral había humedecido el ambiente y se iba a necesitar de una buena sudadera para pasar la noche en la playa. Al menos, esas primeras horas tras la medianoche, después de mojarse los pies a las doce, tras ver algunas hogueras y fuegos artificiales a lo lejos. Pero eso no era excusa. No hay 23 de junio que se precie sin una buena celebración que de la bienvenida al verano. Por eso, cientos de personas volvieron a repetir anoche su ritual, se dirigieron a las playas de la provincia y, con neveras, mesas y sillas acuestas, e hicieron suya la fría arena para revivir el clásico: la moraga.
Aunque en el calendario estuviera fijado el 21 de junio, la tradición impone que el solsticio de verano es en la víspera de San Juan. Y la forma de festejarlo es cenando en la playa. Hace años bastaban unos bocadillos, una guitarra y la voz incombustible del solista del grupo para que los coros siguieran la melodía. Sobraba con unos sacos de dormir, el atrevimiento de bañarse en las aguas oscuras y alguna bebida fuerte para entrar luego en calor.
Ahora las actividades se multiplican por toda la costa con la intención, también, de atraer al público a los locales y favorecer la caja. En las costas de Torre del Mar, Rincón de la Victoria, Benagalbón, Málaga, Torremolinos, Benalmádena, en las playas de Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Vélez-Málaga y Manilva, organizaron actuaciones, conciertos, quema de júas, fuegos artificiales, zonas infantiles, atracciones y animación para los más pequeños, espetadas... La oferta fue tan variada como el público al que se pretendía complacer.
En la capital malagueña un alegato contra el hambre en el mundo fue el tema elegido para quemar en el júa realizado por el Ayuntamiento de Málaga y situado en la playa de la Misericordia, en el paseo Marítimo Antonio Banderas a la altura de la Glorieta 1 de Mayo.
A partir de las 22:30 comenzó la fiesta con el baile a cargo de la orquesta Ritmo andaluz y tras la quema del júa se esperaban ver los 12 minutos de espectáculo piromusical con fuegos que serían lanzados desde el Espigón de la Térmica. En el otro paseo marítimo de la capital, en La Malagueta, tampoco faltó la diversión. MegaStarFM organizó un concierto para poner música a la noche más mágica del año.
El fuego purificador que quema lo peor del año es también el que ilumina la temporada estival, el que anuncia veladas divertidas e intensas, el que trae recuerdos inolvidables y la ilusión de volver a vivir momentos para coleccionar. Aunque hay un pero en todo esto. Esta noche, la más corta, es también la que trae 40 toneladas de basura a las playas. Aunque puede que este año el civismo gane.
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