Senderismo en Málaga: la ruta del 'corcovado' pizarreño

Poca gente no tiene en su cabeza la imagen del Cristo Redentor que luce desde lo alto del Cerro del Corcovado en Río de Janeiro, en el parque nacional de la Tijuca. Es una impresionante estatua de Jesús de Nazaret de 30 metros de altura y que ocupó cinco años su construcción. En Málaga tenemos un pequeño esbozo de esa representación, a la que hay que reducir considerablemente sus dimensiones pero que cuenta con su propia ruta de senderismo e historia: se trata del Santo de Pizarra en la Sierra de Gibralmora.

Para los amantes de la naturaleza, el senderismo pero también la historia, la subida al Santo de Pizarra cumple todos los requisitos. Son casi seis kilómetros de trayecto, exactamente 5.868 metros los que se han de recorrer desde el punto de partida, el área recreativa Raja Ancha, hasta la cima donde encontrarás el gran monumento que luce al Sagrado Corazón de Jesús. El tiempo estimado de travesía es de casi tres horas, por lo que calcula bien la hora en la que inicias el camino.

Una vez arriba, con la ruta concluida, la zona ofrece unas imágenes espectaculares y privilegiadas de parte del Valle del Guadalhorce y la Sierra de las Nieves así como diferentes municipios como Álora, Casarabonela, Zalea, Cerralba, Gibralgalia, Guaro o Coín, según la orientación. También se divisan los Parajes Naturales Desfiladero de los Gaitanes y el Torcal de Antequera. Es una ruta muy sencilla, prácticamente lineal y para todos los públicos, ideal para ir en familia (tiene diferentes zonas de descanso con mesas donde parar a comer). Es, además, un punto destacado para conocer y describir multitud de especies de aves.

Cabe destacar que esta ruta, en los festivos y domingos entre el 8 de octubre y el 28 de noviembre, está parcialmente cortada por ser sendero de coto de caza y se recomienda usar rutas alternativas de la zona como el sendero Pizarra-Cerralba o Cerralba-Zalea, ambos muy breves.

La historia del Santo de Pizarra

¿Pero qué historia se esconde tras El Santo? ¿De dónde sale? ¿Siempre estuvo ahí? Hay que remontarse a 1920, más de un siglo atrás, para conocer sus inicios. Fue Fernando de Soto y Aguilar, conde de Puerto Hermoso, el que encargó al jerezano Francisco Hernández-Rubio Gómez la construcción de esta representación inspirada en el Sagrado Corazón de Jesús. La estatua, construida en Francia en bronce e hierro, era de dos metros y medio de altura y descansaba sobre una placa de piedra. En enero de 1921 fue bendecida por San Manuel González García, por aquel entonces obispo de Málaga.

Escribo en pasado porque en febrero del 36, la imagen fue derribada y lanzada monte abajo, haciéndose añicos. Cuatro años más tarde, en 1940, se instala en ese mismo lugar, en lo alto de la Sierra de Gibralmora, una cruz de madera. Ésta también sería destruida años más tarde a consecuencia del impacto de un rayo. Fue sustituida por otra que duró hasta 1994, fecha en la que se construye una nueva estatua a manos del escultor jienense Miguel Fuente Del Olmo, la misma que luce desde 1995 sobre la Ermita Nuestra Señora de la Fuensanta, construida sobre una antigua iglesia mozárabe semirrupestre.