The Pueblo Project: salvar casas rurales en Andalucía y primer paso en El Borge con 'Casa Dolores'
Imaginen dar una nueva vida a casas rurales que están abandonadas, en desuso, a la venta, dándoles otra oportunidad, reformándolas y dotándolas de una nueva imagen. Eso es precisamente lo que hace en The Pueblo Project, la bonita iniciativa que comparten Sandra Cabello y Helga Josephs y que ha comenzado en el bonito pueblo malagueño de El Borge con el nacimiento de Casa Dolores.
"Helga es una superwoman que diseña el futuro y conduce camiones. No hay nada que le dé miedo hacer y Sandra es una dispersa profesional con formación en bellas artes. Le interesan los detalles y las historias", se presentan este dúo que anda detrás de The Pueblo Project y que, desde hace ya semanas, han abierto al mundo Casa Dolores, un pequeña casa rural que se puede reservar, entre otras plataformas, desde AirbnbAirbnb.
Fue el confinamiento, que tuvieron que vivir juntas tras un pequeño viaje de Helga a casa de Sandra, lo que llevó a ambas a dar forma a este proyecto que se inspiró tras un viaje a la siempre inspiradora Granada, al ver un edificio a los pies de la Alhambra que pedía una reforma. Eso fue lo que sentó las bases de The Pueblo Project, lo que definieron como "un amor por casas antiguas con tanto carácter que necesitan ser salvadas".
"Nuestro primer proyecto es Casa Dolores: una antigua casa popular unida a corrales que no necesitaba crecer en volumen, sino modificar la conexión entre zonas y el exterior. Picando capas de cal, yeso y cemento, desnudamos a Dolores y la vestimos con los materiales más básicos y sostenibles posibles", dicen sorbe este primer proyecto que se ubica en El Borge, del que afinan que es un "paraíso rural" y del que esperan que sus visitante disfruten "de la vida de pueblo: comida fresca y vino, siesta y fiesta".
La casa está reformada respetando mucho el origen pero sin olvidar la modernidad. Usaron materiales como la cal, madera, cerámica y cantos rodados, con estética vintage, pero donde también hay espacio para un jacuzzi en su terraza con vistas al monte. "Al entrar al salón se nota el cambio de temperatura gracias a los anchos muros de piedra, y el suelo de barro invita a caminar descalzo", reseñan sobre Casa Dolores, con muchos detalles que la hacen especial como las puertas de su cocina, puertas de establo, el pequeño huerto en uno de sus patios o uno de sus dormitorios, que está excavado en la roca.
Casa Dolores está pensada como una casa rural para cuatro personas, con dos dormitorios ambos con baño propio. Dan también un último detalle: no hay televisor. "Puedes traer tu portátil para usar el wifi, pero aconsejamos aprovechar para desconectar de verdad", explican. Esta no será la única nueva vida que le dan a casas rurales, ya tienen entre manos otros proyecto que pronto verán la luz pero este primer paso en El Borge con Casa Dolores hace reconectar con lo rural.
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