Las aceitunas fritas que se llevan haciendo toda la vida en el bar La Cuadra de Ronda y que ahora han vuelto al estrellato

Ni el Tajo pasa por Ronda ni las aceitunas fritas son una novedad en la gastronomía de la ciudad. Hace años que algunos bares y restaurantes las elaboraban, aunque si hay algunas míticas y que siguen formando parte de su carta son las del bar La Cuadra, las mismas que ahora se han hecho virales al aparecer en un vídeo publicado en redes sociales por unos clientes de Jaén.

Un aperitivo que se sirve en este local desde hace más de 20 años con una receta secreta y que nuevamente vuelve a forma parte de la carta desde hace unos tres años cuando sus actuales responsables, Ramón Terroba y María Luisa Chacón, decidieron volver a los orígenes del local recuperando su anterior carta.

Fue entonces cuando Isabel, la madre del propietario, les enseñó su secreto para que la mítica tapa regresara a su bar. Su hijo, aunque gestiona otro establecimiento en la misma barriada, no quiso trasladarla. "Las aceitunas son de La Cuadra y de allí no sale", asegura María Luisa que le respondió Carlos, el propietario del local, cuando le pidieron permiso para poder utilizar la receta de su familia. Y es que su responsable lo tiene claro: "La Cuadra sin sus aceitunas es como un jardín sin flores".

Una fama repentina que reconocen que les tiene un poco desbordados, ya que no se podían imaginar que algo así que tenían asumido como habitual pudiese tomar esta repercusión, aunque también les está viniendo muy bien para su negocio que empezaron a gestionar en plena pandemia. "Nosotros las ponemos gratis como aperitivo cuando los clientes piden la bebida, pero ahora hay muchos que las piden directamente", explica María Luisa.

Es el caso de José Manuel Guardiola y María del Carmen Fructuoso, dos vecinos de Torrevieja que estos días visitan la ciudad del Tajo y que habían visto la noticia, por lo que decidieron visitar el bar para probar esta curiosa tapa que asegura que no conocía.

"Cuidado que quema", les indica mientras le sirven la tapa. Y es que este lema también se quedó como una seña de identidad de la tapa gracias a las redes sociales.

Una tapa que aquellos que quieran también pueden disfrutarla desde casa, ya que el local cuenta con servicio de Glovo, eso sí, en este caso tienen un coste de 1,20 euros.

En cuanto a la composición del rebozado, María Luisa solo admite que lleva pan rallado y huevo, aunque el resto de ingredientes los guarda en secreto.