Antequera se queda a las puertas de ser Capital española de la gastronomía 2025, superada por Alicante

Antequera aspiraba un año más, el segundo de manera consecutivo, al título de Capital Española de la Gastronomía. Tras quedar en 2024 por detrás de Oviedo, esta vez ha sido Alicante quien ha obtenido el galardón para 2025, dejando nuevamente a la gastronomía antequera, rica por su diversidad y calidad, a las puertas de un escaparate sobresaliente para que toda España conozca los entresijos detrás de cada fogón de este municipio malagueño. Alicante ostentará el título en 2025, pero Antequera ha demostrado a lo largo de los tiempos que no necesita reconocimientos oficiales para ser un referente gastronómico. Su riqueza culinaria y hospitalidad seguirán atrayendo a viajeros que buscan disfrutar de una experiencia auténtica en pleno corazón de Andalucía.

La gastronomía de Antequera es una celebración de sabores que combina tradición, productos locales y recetas que han trascendido generaciones. Aquí, cada plato cuenta una historia, y su diversidad culinaria es uno de los te…-soros mejor guardados de la provincia de Málaga. Aunque no haya conseguido alzarse con el título de Capital Española de la Gastronomía, su cocina continúa siendo un reflejo de su historia y cultura. Cada uno de estos platos pone en valor los productos locales, el saber hacer transmitido de generación en generación y el respeto por los ingredientes.

Diez platos emblemáticos que destacan la esencia de Antequera

1. Porra antequerana: tradición en cada bocado

La porra antequerana, una crema fría elaborada a base de tomate y pimiento, es un plato que encarna la sencillez y el sabor mediterráneo. Disponible en cualquier época del año, este emblema gastronómico es un imprescindible en las mesas de toda la provincia.

2. Mollete antequerano: el pan que cruza fronteras

El mollete de Antequera, con su textura esponjosa y su cocción ligera, es el acompañante perfecto para desayunos y meriendas. Este pan, cuya elaboración data de más de tres siglos atrás, ha conquistado no solo paladares locales, sino también internacionales.

3. Migas: el sabor que reúne familias

Las migas, un plato humilde pero lleno de tradición, combinan ingredientes como pan desmenuzado, chorizo, panceta y ajo. En algunos restaurantes locales, las sirven con pimientos o huevos fritos, una delicia reconfortante que refleja el espíritu hogareño de Antequera.

4. Pío antequerano: frescura y contraste

Esta ensalada típica fusiona sabores dulces y salados mediante la combinación de bacalao, naranja, cebolla fresca, aceitunas y aceite de oliva virgen extra. Su simplicidad y equilibrio la convierten en un plato que sorprende a quienes lo prueban.

5. Zurrapa: un clásico malagueño

La zurrapa de Antequera, conocida también como “manteca colorá”, se realza con tropezones que aportan textura y sabor. Aunque es popular en toda Málaga, en Antequera tiene un toque especial que resalta su autenticidad.

6. Conejo a la cortijera: un guiso con carácter

Este plato rústico, elaborado con conejo frito, vino y un majado de ajo, cebolla y vísceras, evoca los sabores de la cocina tradicional andaluza. Su preparación refleja la riqueza del recetario rural de la comarca.

7. Gazpachuelo antequerano: mar y tierra en armonía

El gazpachuelo de Antequera destaca por incluir mejillones, gambas y, a veces, tacos de jamón. Esta sopa templada combina ingredientes marinos con matices más contundentes, resultando en un plato único y reconfortante.

8. Ajoblanco: la esencia de la almendra

Con una textura cremosa y un sabor distintivo, el ajoblanco es una variante del salmorejo que sustituye el tomate por almendra. Su elaboración, a base de ajo, sal y aceite de oliva virgen extra, hace honor a la herencia gastronómica de Antequera.

9. Bienmesabe: el dulce de la tradición

Este pastelito elaborado con almendra y cabello de ángel es un referente de la repostería antequerana. Su nombre lo dice todo: “bien me sabe”, un manjar que enamora desde el primer bocado.

10. Angelorum: un postre celestial

El angelorum, con capas de bizcocho, merengue y crema de yema, es un postre que destaca por su sencillez y sabor. Este dulce tradicional, aunque menos conocido, es una joya de las cocinas locales.