¿Se bañó Julio César en Casares?
El más famoso de los mandatarios de la antigua Roma tuvo tres etapas en las que estuvo bastante tiempo en la península ibérica
Los baños de La Hedionda se disfrutan, al menos, desde la época romana y aún se usan para ocio por las particularidades y las temperaturas de sus aguas
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Casares es un pueblo blanco, bonito, bien situado en el Oeste de la provincia de Málaga y conocido por ser el lugar de nacimiento de Blas Infante, por sus yacimientos de patrimonio de diferentes épocas, su flamante nueva laguna artificial o por los baños de La Hedionda, un manantial de aguas sulfurosas que se construyeron en época romana, se remodelaron en los tiempos andalusíes y aún siguen utilizándose. Hay una leyenda, reflejada en una cerámica que da la bienvenida al pueblo, que sitúa nada menos que a Julio César bañándose en La Hedionda junto a sus ejércitos antes de pelear contra Pompeyo para acabar decidiendo la vida de la república romana. Es posible.
Son las crónicas de viajeros que vivieron miles de años después que César las que lo sitúan en los baños de La Hedionda, sin embargo, la relación del histórico militar y legislador romano con el Sur de la península ibérica es muy rica y resultó ser determinante en su carrera en varias ocasiones. Primero fue cuestorcuestor (en el 69 AC, recaudador de impuestos y encargado del erario público), luego pretor (61 AC, es un puesto superior al cuestor, de carácter más legislativo) y después sobre el 46 AC sorprendió a las tropas de Pompeyo dirigiendo a sus ejércitos desde el Sur de la península y doblegando a su enemigo en la famosa batalla de Munda (no hay consenso sobre esta localización, lo más probable es que fuese cerca de Montilla, hay quien dice que cerca de Monda).
Desde su época de cuestor, Julio César se acerca a las familias más influyentes de Corduba y Gades. No sólo alivia la presión fiscal en los territorios que domina, también empieza a tejer la red de contactos que le servirían ya para toda la vida. Expande las costumbres romanas en la gestión del territorio y la construcción de localidades, pero esto es algo que tendría más repercusión en su segunda etapa en la península, cuando doblega a diferentes habitantes de la Lusitania y el centro y Noroeste peninsular. En esa época, además, acaba con los sacrificios humanos que aún se daban en algunas zonas y refuerza sus arcas y poder antes de volver a Roma para seguir su carrera política. El 61 AC es el año en que la leyenda cuenta que las tropas de Julio César se bañaron en La Hedionda donde mejoraron los que sufrían una plaga de sarna y el propio César alivió unas afecciones cutáneas, por lo que mandó construir las termas en ese emplazamiento.
Es posible, César viajó por gran número de localidades del Sur peninsular, y Gades fue un punto muy frecuentado y mimado por el personaje. Lo que hoy en día es Casares y toda la zona que la rodea pertenecía administrativamente a Gades, pero en esa época las guerras contra los pueblos lusitanos entre el Tajo y el Duero fueron los que ocuparon más tiempo de Julio César. En la campaña contra los partidarios de Pompeyo, varios lustros después, las tropas de Julio César ya dominaban el Norte africano y el líder del ejército sorprende cuando se presenta en la península ibérica para acabar con los pompeyanos y confirmar su dominio de la parte más importante por entonces del territorio hispánico. Lo consigue en una batalla feroz en la que casi pierde la vida, y parece más verosímil que fuese entonces cuando pasaran por los baños de La Hedionda si entró por vía marítima en el territorio.
Patrimonio histórico que sigue en uso
En cierto modo poco importa si fue el mismo Julio César el que se bañó y mandó construir los baños de La Hedionda. La zona tuvo gran importancia en la época antigua. La infraestructura no sólo ha pervivido más de 20 siglos, sigue siendo posible utilizarlos y bañarse en las aguas sulfurosas. El yacimiento fu remodelado, ampliado y mejorado en la época andalusí y en nuestros días no sólo se ha puesto en valor si no que se conserva como uno de los puntos en los que disfrutar de una manera diferente el legado histórico de la localidad. El color de sus aguas es casi tan llamativo como la temperatura que mantienen de manera uniforme durante todo el año (en torno a los 20 grados), lo que las hace especialmente refrescantes en la época de la canícula.
El castillo de Casares tiene origen romano, pero los restos que se conservan son de su época andalusí. además, en las proximidades del pueblo se puede visitar la antigua e importante ciudad de Lacipo. Un municipio que ya funcionaba en época de los íberos y que fue una importante localidad durante bastante tiempo de influencia y dominio romano en la zona. Aunque está en entre los yacimientos de la provincia de Málaga incluidos en la Lista Roja del Patrimonio por su conservación, es posible verlo y hacerse una idea de la grandeza del lugar a pesar de no estar excavado ni puesto en valor. La vida romana frente al Mediterráneo en esta parte de la provincia de MálagaMediterráneo ha dejado grandes dosis de patrimonio que visitar y disfrutar, siendo los baños de La Hedionda uno de los puntos más especiales, bonitos y diferentes que poder ver, se bañase o no Julio César en ellos.
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