Esta es una de las charcas refrescantes de más fácil acceso de Málaga: a poco más de 15 minutos a pie de Ojén
Ubicado en la parte occidental de la provincia de Málaga, a menos de 10 kilómetros de Marbella, Ojén se distingue como un municipio singular en esta zona. Estratégicamente situado, cuenta con algunos de los miradores más impresionantes de la provincia, desde los cuales se puede contemplar su pintoresca ubicación en las montañas, así como panoramas diversos y hermosos, como el mar Mediterráneo y la Sierra de las Nieves. Esta localidad ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, delicias gastronómicas y, además, un refrescante manantial natural en las cercanías de su núcleo urbano: el Charco de las Viñas.
En las cercanías del cementerio del pueblo, se encuentra una poza de agua que ofrece refrescantes baños incluso durante todo el año. El agua es un elemento central en esta zona y aquí se puede pasar un agradable rato disfrutando de un baño en grupo. Aunque suele estar bastante concurrida debido a su proximidad a Ojén y a su fácil acceso en coche, es posible encontrar momentos más tranquilos para disfrutarla. Además, su ubicación la convierte en una parada perfecta durante la visita al pueblo, un imprescindible entre los pueblos de la Sierra de las Nieves.
La fauna y los impresionantes paisajes que rodean la localidad, especialmente desde el lado sur de este Parque Nacional, añaden atractivo a la experiencia. Hay zonas de senderismo alrededor, como el paraje de El Cerezal, y sobre todo, bellos miradores. La posición única de Ojén en el territorio le brinda varios puntos que ofrecen perspectivas diferentes del entorno. Observar la disposición del pueblo y sus casas blancas es un espectáculo por sí mismo, visible desde el mirador del Castillo, que ofrece vistas impresionantes, aunque no es el único. Uno de los miradores más conocidos es el Mirador de Ojén, pero la mayoría de las entradas al pueblo cuentan con hermosos puntos desde los cuales disfrutar del paisaje.
La Fuente de Los Chorros se erige en la plaza principal de la localidad, un testimonio vivo de la relevancia del agua en esta zona. Además, una de las atracciones más destacadas del núcleo urbano de Ojén son las cuevas ubicadas en el corazón del casco urbano, que ofrecen la oportunidad de capturar hermosas instantáneas de la localidad.
Otro aspecto importante para los visitantes de Ojén es su exquisita gastronomía. No resulta complicado encontrar bares y restaurantes que ofrecen productos locales de calidad para recargar energías. Además, el Molino de Aceite, con más de dos siglos de historia y convertido en museo tras una cuidadosa restauración, es un lugar de visita obligada. Asimismo, el Museo del Aguardiente revela la singular relación de la localidad con las bebidas destiladas que gozaron de gran renombre en los siglos XIX y XX. Estas bebidas quedaron plasmadas en obras de destacados artistas de la época, como Picasso o Cela, y el museo rinde homenaje a esta rica herencia cultural.
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