Cosas que tienes que saber si vienes a la Feria de Málaga y eres de fuera

Algunos consejos para disfrutar, con algo de conocimiento, la Feria de Málaga

Te parecerá una tontería, pero cómprate un abanico

Como malagueño, estas son las cosas que no haría en la Feria de Málaga

Ambiente en el Real de la Feria de Málaga 2023.
Ambiente en el Real de la Feria de Málaga 2023. / Ana Jiménez

Si ya repasamos las cosas que como malagueño no haría en la Feria de Málaga, no puedo pasar por alto tampoco una serie de recomendaciones y aspectos que tienes que saber si vienes a la Feria de Málaga y eres de fuera. El malagueño de a pie, ya sea capitalino o de cualquier de sus municipios, se conoce la Feria al dedillo, sus secretos, lo que hacer, lo que no, dónde ir, un manual llamado experiencia, vaya. Pero si eres de fuera, quédate que te cuento rápido de qué va esto.

Si eres de fuera lo primero que debes tener claro es cómo va eso del transporte y cómo ir a la Feria. El autobús es tu mejor baza si te estás hospedando en la capital gracias a la línea F que se habilita durante toda la Feria de Málaga, con un precio de 2 euros –si andas regular de presupuesto y te quieres ahorrar unos céntimos, las líneas 4 y 19 salen desde el centro de Málaga y dejan a pocos metros del Real–. El cercanías también deja relativamente cerca en su parada de Victoria Kent si pernoctas en Torremolinos, Benalmádena o Fuengirola, así como la línea de metro si no te importa andar alrededor de 15 minutos.

Hay dos conceptos muy diferentes de la Feria de Málaga. La Feria que transcurre en el centro de Málaga, tan sólo durante el día, y la que se vive en el Recinto Ferial, en el Real, que arranca desde bien temprano y se apaga de madrugada. En los últimos años se ha trasladado gran parte del interés durante la Feria de Día al Real, con una mayor oferta para los jóvenes que buscan diversión, así también para familias y veteranos. Cualquier opción es buena, de gran ambiente y con toda la esencia de esta Feria de Málaga, por lo que si puedes disfrutar ambas, hazlo, aunque si te toca elegir... quédate con el Real.

Una cosa importante y que debes tener claro sobre la Feria de Málaga es que no hay caseta mala, así como no hay caseta que tenga permitida el cobro por acceder a ella. El acceso a todas las casetas es completamente libre pero será habitual, sobre todo en los días de mayor afluencia, encontrarte colas bastante largas en muchas de ellas, las más aclamadas y solicitadas, habitualmente las que cuentan con aire acondicionado... Está bien saber que, con el gran número de opciones de casetas que hay habilitadas, con música de todo tipo, conviene ahorrarte colas y acudir a cualquier con buen ambiente y donde tengas espacios para bailar y disfrutar con los tuyos (lo único e importante).

En el Real, especialmente durante el día, es habitual encontrar relaciones públicas en las diferentes calles de la Feria que reparten consumiciones gratis de cerveza o tinto, así como descuentos en copas. Aprovecha esto y ve alternando de casetas durante las primeras horas de la tarde antes que plantarte durante todo el día en la misma, el buen ambiente está en todos lados. También es importante saber que hay casetas de todo tipo, también con precios muy dispares. Las casetas familiares, de asociaciones y peñas vecinales suelen tener precios más competitivos, tanto para comer como para beber, échales un ojo también.

Si eres de los que llega pronto al Real y quieres comer allí, son muchas las casetas que ofrecen diferentes degustaciones y platos gratis al mediodía, según el día, desde paella a callos, pasando por berzas u otros platos típicos de Málaga. Probar algún campero, queso, jamón y algún plato de pimientos o pescado frito, un acierto para saciar el hambre y afrontar el día. Al igual que si el hambre entra por la noche, hay varias zonas de puestos de hamburgueserías, camperos o papas asadas que levantan hasta un muerto, también puestos de gofres y buñuelos para coronar el día.

Tanto por el día como por la noche hay una zona habilitada para el botellón que, especialmente por la noche, se masifica de gente joven. Ésta se encuentra en los aparcamientos del Palacio de Ferias.

Otro consejo que igual no vas a leer mucho por ahí: cómprate un abanico. Créeme, dos, tres o cuatro euros, lo que cueste. Van a ser euros bien invertidos cuando después de lanzar los pasos prohibidos o bailar cuatro sevillanas comiencen los calores... si es que no te han entrado ya con los buenos 30 grados que acostumbran a golpear en el cogote en el mes de agosto en Málaga.

Lleva efectivo. En esta era donde pagar con tarjeta o móvil es ya lo habitual, algunos feriantes se resisten y te puedes encontrar con la necesidad de pagar en efectivo. Saca algunos euros para prevenir una larga cola para tener que darte media vuelta.

Y tras finiquitar estos consejos, queda la vuelta a casa tras cerrar la Feria de Málaga en el Real, seguramente ya de madrugada. Los taxis y VTCs se convierten en una misión imposible solo apta para aquellos con paciencia y poca prisa, también las líneas de autobús que salen desde el Real, con colas habitualmente largas aunque con una frecuencia de líneas óptima.

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