¿Sabes cuál es el pueblo más pequeño de Málaga?
De entre los numerosos pueblos que componen la provincia de Málaga, sólo uno puede ostentar el título de pueblo más pequeño de todos. Para ellos nos tenemos que desplazar hasta la Axarquía y su conjunto de bellos pueblos con gran herencia árabe para encontrarlo, con algo menos de cinco kilómetros cuadrados de superficie. Hablamos de Árchez, que se conoce bajo el apodo de la Joya Merinita del siglo XII y es también el pueblo más pequeño de toda Málaga.
En la sierra de Tejeda y Almijara se encuentra este pequeño pueblo malagueño que, pese a ser el menos extenso de todos, está lejos de ser uno de los menos poblados de la provincia, el número 12 para ser exactos con sus 396 habitantes en 2022. Árchez –recuerden, con tilde en la A– cuenta tan sólo con una extensión de 4,79 kilómetros cuadrados, algo menos de un kilómetro menos que Benamocarra (5,73) o cerca de tres con respecto a Macharaviaya (7,26) o Iznate (7,46), los pueblos que le siguen en esta curiosa lista.
Desde Árchez la imagen de la sierra de Tejeda y Almijara es imponente, atrapa al pueblo como a otros de la zona, Canillas de Albaida o Cómpeta, algo más lejos Salares o Sedella. Es por ello que es un excepcional punto de partida de algunas rutas muy interesantes, como es la Ruta de los Molinos del río Turvilla, que une al pueblo con Canillas de Albaida y de la cual se pueden observar sus tres molinos de harina ancestrales, o algunas de las que llevan al interior de la sierra, principalmente las que discurren por las acequias, rutas frescas y reconfortantes.
Pero Árchez, que recibe ese sobrenombre de Joya Merinita del siglo XII con mucho sentido, es mucho más que naturaleza, es historia. El pueblo en sí esconde muchos reductos de épocas pasadas, de hecho es una parada indispensable dentro de la Ruta Mudéjar.
El alminar de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación data del siglo XIV y es el gran elemento diferenciador del municipio, una auténtica joya arquitectónica almohade de 15 metros de altura, de ladrillo rojo y con motivos en forma de rombos. Desde 1979 está declarado como Monumento Nacional. Cabe destacar que es lo único que se conserva de la antigua mezquita, ya que se construyó en base a ella la actual iglesia.
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