Las cuatro iglesias de Málaga construidas por los Reyes Católicos

De las conquistas y asedios que ha sufrido la ciudad de Málaga en su larga historia, la de 1487 fue de las más duras y sangrientas. Agonizaba el Reino de Granada y los Reyes Católicos tomaron en verano una de las plazas más importantes que le quedaban por dominar. Todo un hito en el cambio de poder efectivo en el Sur de la península ibérica que costó decenas de miles de vidas y que fue de suma importancia en el reinado de Isabel y Fernando. Se creó la Diócesis de Málaga y se nombró a Pedro Díaz de Toledo y Ovalle que consagró la mezquita principal de la ciudad convirtiéndola en iglesia y que junto a los monarcas fue protagonista del asentamiento del poder cristiano en la urbe a partir de cuatro templos que servirían para organizar el poder en la ciudad, y que fueron ordenados directamente por los Reyes Católicos como manera de reorganizar Málaga en torno a ellos.

Iglesia de Santiago Apóstol

Es la más antigua, la que primero se construye de las cuatro ordenadas por los Reyes católicos y su pasado musulmán se deja ver en la fachada. Hasta que se concluyó la catedral ejerció como tal en la Diócesis de Málaga y es un edificio que mezcla los estilos mudéjar y gótico. La torre mudéjar con decoraciones de sebka tal vez sea la parte más llamativa de su antiguo pasado. En ella fue bautizado Pablo Picasso y se enterraron importantes escultores de la época barroca como José Micael y Alfaro y Fernando Ortiz. Está en la calle Granada, un punto especial de la ciudad y no es casual: está situada donde antiguamente estaba la puerta de Granada, el lugar por el que los Reyes Católicos entraron a la ciudad. Su consagración, construcción y advocación está repleta del simbolismo cristiano de la época.

Iglesia de San Juan

Dedicada a San Juan Bautista, aunque hay historiadores que consideran que en sus primeros tiempos la advocación correcta era la de San Juan Evangelista por quien Isabel La Católica sentía devoción, como otros templos su construcción es peculiar y se extiende durante varios siglos, el XVI, el XVII aunque partió de una base que bebía directamente del arte mudéjar, tiene detalles barrocos en su interior fruto de una rehabilitación en el siglo XVIII. Años antes, en 1680, su torre fue derruida por un terremoto y reconstruida en varias etapas que la mantuvieron en malas condiciones durante décadas. Hoy en día tiene una de las fachadas más fotogénicas de la ciudad y es un bonito atractivo, pero en sus primeros siglos de actividad fue un nexo muy importante entre el puerto de la ciudad malagueña y el interior de la urbe.

Iglesia de Los Mártires

Su advocación es a San Ciriaco y Santa Paula, mártires malagueños y fue elegida por los propios Reyes Cristianos que vinculaban así el territorio a los cristianos más antiguos de la época romana. Se ha reformado hace poco y en el siglo XVIII también tuvo algunas intervenciones que disiparon el aire mudéjar y gótico con el que se construyó en el inicio en favor del estilo rococó de esa época. Su situación era estratégica según la antigua configuración de la ciudad y en su alrededores se construyeron algunos hospitales como el de Convalecientes o el de San Julián. Es un templo de especial significación por estar consagrado a los patrones de la ciudad.

Santa María de La Encarnación

A espaldas de la Catedral de Málaga, este templo le ha robado protagonismo pero fue otra de las iglesias que los Reyes Católicos ordenaron construir en la ciudad y lo hicieron en la mezquita principal de la ciudad, todo un símbolo. Su estilo es gótico isabelino y se sabe que costó bastante tiempo y esfuerzo concluirla. Su portada es gótica y es la construcción más antigua del complejo de la catedral. Lo cierto es que este templo tienen un encanto especial hoy en día por su situación en la ciudad y también por sus características y a menudo pasa desapercibido. El lugar es sagrado desde hace siglos y antes de que fuese una mezquita ya que recientemente se encontraron restos paleocristianos en la zona durante unas obras.