Esta es la forma más malagueña posible de pedir la mano: el 'sí, quiero' de Noelia a Carlos por Verdiales

A lo largo de nuestra vida son multitud los momentos mágicos y especiales que vivimos con nuestros seres queridos. Sí es cierto que uno de los más especiales, con los que más se sueña y visualiza antes de vivirlo, es con ese momento en el que pides o te piden la mano, cuando te preguntan eso de si 'quieres casarte conmigo' esperando un 'sí, quiero'. Esa historia fue la que vivieron hace unos días Carlos y Noelia, que protagonizaron una de las pedidas de mano más malagueñas posibles: por Verdiales.

Fue este pasado sábado 21 de septiembre, durante XXIX edición del Concurso Tradicional de Verdiales de Benagalbón, una de las dos citas más importantes de este bonito arte que arranca con la tradicional choque de pandas. Allí estaban, como en cada edición, Carlos y Noelia, los protagonistas de esta bonita historia que se nutre de una de las tradiciones más antiguas de nuestra provincia, los Verdiales Estilo Montes.

Carlos y Noelia llevan 11 años y medio juntos, media vida de la mano. Su historia comenzó, precisamente, en una tarde como en la que él decidió pedirle matrimonio con una pequeña copla para la ocasión. "Ya le pedí salir de en una romería de rodillas", recuerda Carlos sobre el inicio de su relación y esta forma tan especial con la que ha provocado el 'sí, quiero'.

"Mi primera idea era pedírselo el 28 de diciembre, el día más señalado, pero Benagalbón tiene un enclave más bonito, es el final del verano, es un sitio perfecto para ir a escuchar verdiales, sobre todo a sentirlo como nosotros lo sentimos", recuerda Carlos, unos días después de vivir uno de los días más bonitos de su vida junto a su compañera de vida, desde el sábado su prometida.

Carlos tenía en mente un plan para cantarle la copla que había compuesto que pasaba porque su panda, la de Jotrón y Lomillas, y la de su por aquel entonces novia, la de Montes del Guadalmedina, chocaran en el sorteo. Fue así, pero su plan inicial tuvo contratiempos: "Cuando terminemos el choque, delante de todo el mundo sin que se lo espere, se la canto. Pero mis suegros iban a venir, pero llegaban tarde y estuvieron en duda de venir hasta que les dije lo que tenía pensado...".

Pero sus suegros no llegaban al momento que tenía pensado y Carlos tenía claro que, de no darse "el escenario que yo quería", volvería a casa con el anillo y lo intentaría más adelante, debía ser todo perfecto. Y lo fue. Tras el Concurso Tradicional de Verdiales, las pandas se reparten por todo el pueblo y fue ese momento de despiste el que aprovechó Carlos para poner a toda su panda de acuerdo para darle forma a uno de los momentos más mágicos de sus vidas.

"Hablé con mi panda, a la que estaré eternamente agradecido, porque no dudaron en ningún momento en una noche que es tan complicada y exigente, en venirse conmigo cuando les dije el motivo", recuerda Carlos, que relata: "Llegamos a la plaza andando, había mucha gente era hasta complicado hasta pasar. Arrancamos nosotros a tocar. Yo llevé mi fiesta hacia la suya, ya tenía a algunos de su panda que lo sabían. Ellos se abrieron, entró mi panda y aparecí yo entre medias por detrás. Cogí a Noelia y me puse a cantar".

"Lo que no sé es cómo pude cantar si no podía ni hablar... Estaba llorando y tenía un nudo en la garganta", rememora Carlos, que ya con la resaca emocional superada, habla de lo especial que son las tradiciones y esta forma tan malagueña de pedir la mano: "Es una cosa bastante mágica, recuerda mucho como se hacía antiguamente. En Los Montes muchas veces había mucha miseria, muy pocas oportunidades, pero la fiesta era como el regalo que le podías llevar a alguien, como podías honrarle, era un honor. Para mí fue muy bonito poder decir por copla, en el mundo de hoy, de todo inmediato con las redes sociales, todo artificial, pedirle la mano así".

La letra de la copla que canta Carlos decía:

Te pide, tú compañero

Tú novio, amante y amigo

Te pide, tú compañero

Que me hagas tú marido

Ojalá digas sí, quiero

¿Te quieres casar conmigo?