Fortalezas y castillos para un plan diferente en la provincia de Málaga
Pueblos y castillos que visitar en Málaga para un plan diferente por sus municipios
El pueblo más pequeño de Málaga encuentra su propio castillo
Las fortalezas y castillos son una presencia constante en la geografía de la provincia de Málaga, testimonio de un pasado en el que desempeñaron un rol crucial como bastiones defensivos y refugio para sus habitantes. A lo largo de los siglos, estas estructuras se alzaron en numerosos municipios, muchas veces rodeadas de imponentes murallas que abarcaban gran parte del territorio. Sin embargo, el paso inexorable del tiempo ha hecho que la mayoría de estas construcciones hayan desaparecido, dejando solo vestigios que evocan su antigua grandeza. A pesar de esto, aún es posible encontrar castillos que han resistido el desgaste de los años y se conservan lo suficiente como para ser visitados. Algunos de estos monumentos han sido restaurados y transformados a lo largo de las distintas épocas, lo que ha permitido su preservación y ofrece hoy en día la oportunidad de explorar fragmentos de historia que se remontan varios siglos atrás. Incluir una visita a uno de estos castillos en una jornada de ocio es, sin duda, una forma maravillosa de descubrir la historia y el carácter de la localidad que los acoge, en este caso Benadalid, Teba o Vélez-Málaga.
Castillo de las Cuatro Torres de Benadalid
En el pintoresco pueblo de Benadalid, enclavado en la Serranía de Ronda, se alza una fortaleza que destaca por sus cuatro torres y por albergar un pequeño pero valioso tesoro histórico. Esta estructura tiene sus raíces en la época romana y ha sido testigo de múltiples eras, desde la andalusí hasta la cristiana, llegando incluso a servir como cementerio para el pueblo. A pesar de la variedad de usos y épocas que ha atravesado, las murallas del castillo, junto con los espectaculares paisajes que lo rodean, lo convierten en un lugar de gran belleza y atractivo. Su ubicación estratégica juega un papel esencial en la conexión entre la sierra y la costa, convirtiendo a este rincón de la provincia en un destino que vale la pena explorar.
La fortaleza de Vélez-Málaga
Aunque no goza del estado de conservación de otras fortalezas, la ubicación del castillo de Vélez-Málaga sigue siendo motivo suficiente para visitarlo. Desde sus alturas, se obtienen vistas panorámicas impresionantes de la costa de la Axarquía y la propia ciudad de Vélez-Málaga. La historia de esta fortaleza se remonta al siglo X y mantuvo su relevancia durante el Reino de Granada. Tras la conquista cristiana, la fortaleza acogió importantes instituciones, reforzando su estatus estratégico. Sin embargo, la invasión francesa del siglo XIX causó severos daños que afectaron su estructura. A pesar de su importancia militar, la fortaleza comenzó a declinar, aunque en la década de 1970 se realizaron esfuerzos para restaurar sus partes menos dañadas, intentando detener el deterioro que había sufrido durante siglos.
Castillo de la Estrella en Teba
Una de las historias más emblemáticas ligadas a esta fortaleza es la que involucra al rey Ricardo I de Escocia, quien reinó entre 1306 y 1329. Su corazón embalsamado, de hecho, se conserva en la abadía escocesa de Melrose. Durante su reinado, Ricardo y un grupo de cruzados hicieron una parada en Teba, en ruta hacia Jerusalén, y prestaron apoyo en la defensa de la fortaleza contra las fuerzas musulmanas. Esta es solo una de las muchas fascinantes narrativas que rodean al castillo de la Estrella. Teba no solo es hogar de esta historia épica, sino que también ofrece una amplia variedad de actividades recreativas, especialmente para los amantes del queso artesanal, quienes encontrarán productos de alta calidad en los alrededores.
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