El lugar de las fotos bonitas todo el año
Con sol, viento, nubes, de día, de noche, al atardecer o en cualquier momento, el parque de La Muralla de Mijas pueblo cuenta con más de 141 especies vegetales, una posición natural sobre la costa perfecta y un trazado y cuidado idóneos para no errar nunca una instantánea
Las herramientas fotográficas del siglo XXI son una bendición para suplir la pericia, técnica y experiencia de la gente que sabe realmente de fotografía. El caso es que un agradable paseo, un buen momento, una planta inspiradora o un paisaje relajante se van con quien los disfruta en forma de fotografía y cada vez son más los lugares de visita para el ocio que ponen el énfasis en rincones fotografiables y visuales. Sin embargo, en el punto más antiguo de Mijas Mijashay un espacio grande y fotogénico que se ha plasmado en películas de celuloide de todo tipo durante todo el siglo XX. Además es cuna de uno de los personajes más populares de esta época.
El parque de La Muralla bien podría formar parte de esos sitios capaces e revitalizar las reservas de energía de cualquiera en poco tiempo y además consta con varias curiosidades que no siempre se conocen. Cuenta con cascadas, pequeños cursos de agua, árboles de gran calado y antigüedad, un balcón natural sobre la Costa del Sol perfecto para relajarse y sorprenderse de todo lo que aporta una línea costera en constante contacto con la costa africana, la singularidad de un pueblo andaluz encalado sobre la falda de una sierra histórica y también una selección de más de 141 plantas de todo el mundo pensadas, distribuidas y cuidadas para que durante todo el año existan vegetales que estén en su pleno esplendor. La vista puede alcanzar el horizonte costero y también la sierra mijeña que lleva proveyendo de materiales de construcción a la humanidad al menos un par largo de milenios. En su falda también se puede ver la tranquilidad y luminosidad del casco antiguo de Mijas.
Casi 8.000 metros cuadrado de recinto ajardinado que no sólo cuenta con senderos que ir siguiendo en torno a las vistas que ofrece el entorno, también tiene sitios plagados e tranquilidad donde sentarse y una completa guía botánica del lugar en la que se pueden ir buscando qué tipo de planta es la que se está viendo, de dónde procede, cuando es su época más propicia para verla en todo su esplendor y saber qué tipo de cuidados necesita y peculiaridades. En el parque no sólo hay ejemplares de plantas propicias para el clima del sur de España y que cualquiera puede tener en su terraza, también es posible cultivar tipos de vegetación algo más delicadas y poco conocidas gracias al entrono que el agua y los rincones de piedra crean en determinados puntos del parque.
Plantas de todo el ,mundo, desde el admirado y potente ginkgo biloba asiático (son árboles que pueden vivir cientos de años y aún se conservan en el mundo bastantes ejemplares milenarios) a vegetación procedente de África, América, endémicas de las Islas Canarias u otros puntos de la geografía europea. Todo un vergel que adorna uno de los puntos con más historia y buenas vistas no sólo de la localidad mijeña, también de la provincia.
El sitio no es nada casual. Se trata de un lugar habitado desde hace varias decenas de siglos. La iglesia de La Inmaculada Concepción es de comienzos del siglo XVI, aunque ya era una parroquia cristiana en 1492 cuando la localidad acababa de pasar a ser dominada por los cristianos. Está construida sobre la antigua mezquita del lugar y merece la pena verla por dentro y por fuera. Hay que tener en cuenta que la Mijas de esa época fue despoblada y luego colonizada poco a poco durante décadas hasta volver a ser un municipio influyente. En el mismo entorno del parque está la plaza de toros de Mijas. Retratada hasta la saciedad en películas, folletos vacacionales y prensa de todo tipo durante la segunda mitad del siglo XX. Un icono de lo típicamente andaluz que se puede visitar y sigue proporcionando estupendas instantáneas con el contraste el albero y la cal que es el signo distintivo del pueblo.
En este punto de jardines, miradores, cursos de agua, iglesia y plaza de toros con historia también hay un auditorio que al que es una delicia asistir cuando el tiempo es bueno, ya que es un auditoria al aire libre. En él se programan espectáculos especialmente en la primavera y el verano. Además, el parque de La Muralla conecta directamente con el pueblo mijeño, cuidado en sus rincones ese hace décadas para ofrecer lugares típicos pero que no dejan de ser bonitos, coloridos y más aptos para retratarse en ellos. Un paseo tranquilo por el pueblo será la clave para encontrar rincones que no se repitan demasiado entre las instantáneas del resto.
Por cierto, no teman al clima. Si el día está nublado o medio nuboso, o hace un punto más del aire del deseado, las fotos no desmerecerán. La posición en altura del la fortaleza natural que supone el parque de La Muralla y su entorno permite darle un toque distinto a las fotos que queramos hacer y poder jugar con el paisaje costero, las nubes y el profundo desnivel del lugar. El trazado de Mijas pueblo también ayuda a refugiarse del viento. Otro detalle para que las fotos siempre salgan bien en el entorno del parque de La Muralla. Del mismo modo, las fotos nocturnas con la luna dominando el horizonte marítimo cuando está lleva o coqueteando con la sierra en el resto de las fases son una inspiración a prueba de la calidad de quien maneja la cámara.
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