Gastronomía con tradición: las tabernas más antiguas e icónicas de Málaga
Pimpi Florida, Bar Málaga, Antigua Casa de Guardia y El Pimpi, algunas de las tabernas con más solera de Málaga
Los seis nuevos Soletes "con Solera" que gana Málaga: los restaurantes recomendados por la Guía Repsol
La esencia de Málaga no solo se respira en sus calles, sus playas o su historia; también se saborea en los bares y tabernas que han resistido al paso del tiempo. La ciudad, reconocida por su pluralidad gastronómica, alberga auténticos templos de la tradición culinaria donde lo clásico es sinónimo de autenticidad. Estos locales no solo conservan la esencia de lo malagueño, sino que son lugares donde generaciones de clientes se han reunido para disfrutar de los sabores de siempre.
A raíz de los nuevos Soletes con Solera que ha otorgado la Guía Repsol, desde La Farola repasamos cuatro tabernas muy castizas que representan lo mejor de la gastronomía y la tradición de Málaga. Más que bares, son guardianes de historias, lugares donde los sabores y las costumbres han sobrevivido al paso del tiempo. Si quieres descubrir la verdadera esencia de la ciudad, no hay mejor manera que recorrer sus mesas y barras. Porque en Málaga, la gastronomía no es solo una parte de su cultura: es una experiencia que une generaciones y conecta con sus raíces.
Pimpi Florida: una joya en el corazón de El Palo
Desde 1953, el Pimpi Florida, situado en la popular barriada de El Palo, se ha convertido en un referente indiscutible para quienes buscan autenticidad. Esta barra, conocido por su diminuto pasillo que siempre está repleto de clientes, es un lugar donde el marisco fresco y el ambiente festivo van de la mano. La carta es sencilla pero inigualable: gambones, calamar a la plancha, gambas al pil-pil y hasta una curiosa pero deliciosa lechuga que se ha ganado su lugar entre los imprescindibles.
Acompañado siempre por buen vino o cerveza, el Pimpi Florida no solo destaca por su gastronomía, sino también por su carácter. La música, los precios asequibles y el trato cercano lo convierten en un punto de encuentro perfecto tanto para malagueños como para visitantes que busca descifrar Málaga.
Bar Málaga: el sabor de la tradición desde 1852
Ubicado en la encantadora calle Santa María, 4, el Bar Málaga lleva más de 170 años siendo una referencia para los amantes de la cocina tradicional. Este local combina lo mejor de la gastronomía malagueña con un ambiente acogedor, tanto en su barra de estilo clásico como en su segunda planta, que cuenta con un comedor y dos pequeñas terrazas perfectas para observar la vida en el centro histórico mientras se degusta un buen vino.
El atún en manteca es el plato estrella, un verdadero deleite para el paladar, aunque no se quedan atrás sus croquetas, alcachofas y tablas de embutidos. Cada rincón de este bar cuenta una historia, y su atmósfera evoca una Málaga de otro tiempo, lo que lo convierte en una parada obligatoria para los que buscan tradición y calidad.
Antigua Casa de Guardia: un viaje a 1840
Si hablamos de tradición, la Antigua Casa de Guardia es un lugar imprescindible. Fundada en 1840 por el vinicultor José de Guardia, esta taberna es la más antigua de la ciudad y ha sido testigo de generaciones de malagueños y viajeros. Su barra, adornada con enormes barriles de vino, ofrece una selección de vinos dulces como el Pajarete, el Pedro Ximénez o el Moscatel, así como un excelente vermú, ideales para acompañar alguna de las tapas tradicionales de su menú.
Este histórico local ha mantenido su esencia a lo largo de los años, gracias a su compromiso con la tradición y la calidad, y es un claro testimonio de la rica herencia vinícola de Málaga. El hecho de que siempre esté a rebosar tanto dentro como fuera, es lo bien que se disfruta lo que siempre funcionó.
El Pimpi: tradición y modernidad en el corazón de la ciudad
Aunque más joven que los anteriores (1971), El Pimpi, ubicado en la concurrida calle Granada, es probablemente el bar más icónico de Málaga en la actualidad. Su fama no solo se debe a su excelente carta, donde destacan los ligeritos y las chacinas, sino también al encanto de sus barriles firmados por celebridades y su atmósfera que mezcla lo local con lo internacional.
Este lugar, siempre concurrido, se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Desde su apertura, ha sabido combinar su esencia malagueña con una oferta que atrae tanto a locales como a turistas, convirtiéndose en un punto de encuentro ineludible para quienes quieren disfrutar de lo que ofrece Málaga.
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