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El Parque de Málaga es sin duda uno de los pulmones verdes más emblemáticos de la ciudad, es mucho más que un simple espacio público, colidante a una de las grandes arterías y vías de la capita, el Paseo del Parque. Su origen está intrínsecamente ligado al desarrollo urbano y marítimo de Málaga durante los siglos XVIII y XIX, cuando la ciudad inició un ambicioso proceso de transformación que culminó con la creación de una de las avenidas ajardinadas más extraordinarias de Europa.
El Parquede Málaga está estratégicamente ubicado entre la Alameda Principal y el Paseo de España, extendiéndose desde la Plaza del General Torrijos hasta la Plaza de la Marina. Este enclave privilegiado combina funcionalidad y estética, integrando tres paseos paralelos de 800 metros de longitud cada uno. Su superficie total supera los 30.000 metros cuadrados, incluyendo la rosaleda rodeada de naranjos y cipreses junto a la Casa Consistorial y los Jardines de Puerta Oscura. A diferencia de la mayoría de los parques tradicionales, el diseño del Parque de Málaga sigue un concepto de jardín mediterráneo abierto, con trazados moderadamente renacentistas y barrocos. Esta configuración permite una accesibilidad cómoda y una integración armónica con el clima local, reconocido como óptimo durante todo el año.
El origen del Parque de Málaga se remonta a la Ley de 1896, inspirada por Antonio Cánovas del Castillo, político malagueño y presidente del Gobierno de España. La normativa buscaba concretar los límites de los terrenos del puerto para ajardinarlos y ofrecer a los ciudadanos un espacio público excepcional. Sin embargo, el proceso fue complejo: los terrenos donde hoy se alza el Parque fueron ganados al mar, requiriendo un arduo trabajo de estabilización y urbanización.
El proyecto inicial fue impulsado por el Marqués de Larios y aprobado por el Ayuntamiento. En su desarrollo participaron arquitectos de renombre como JoaquínRucoba, TomásBrioso y Manuel Rivera Valentín, quienes plasmaron en el diseño una visión urbanística que combinaba belleza y funcionalidad. Aunque la Real Orden que autorizaba su construcción fue emitida en 1897, las obras se prolongaron durante más de 30 años, transformando un antiguo litoral marítimo en un auténtico vergel urbano.
El Parque de Málaga destaca por su asombrosa biodiversidad, alberga especies de los cinco continentes, desde dragos canarios y ficus centenarios hasta raras plantas subtropicales como el Encephalartus Laurencianus, regalo del MarquésdeLarios. También se pueden admirar árboles de fuego de Australia, cedros del Líbano, palmeras de California y chorisias sudamericanas, entre muchas otras. Esta riqueza botánica no solo ofrece sombra y frescor, sino que también convierte el Parque de Málaga en un auténtico museo al aire libre. Es además un lugar de encuentro con la historia local, gracias a los bustos y estatuas dedicados a figuras ilustres de Málaga como el poeta SalvadorRueda y el pintor Antonio Muñoz Degraín.
Más de un siglo después de su construcción, el Parque de Málaga continúa siendo un símbolo del progreso urbano de la ciudad y un refugio natural en su corazón. Su historia, marcada por retos técnicos y una colaboración entre autoridades y filántropos, lo posiciona como un ejemplo de planificación urbana visionaria. Aunque nunca tuvo una inauguración oficial ni un nombre definitivo, este espacio sigue siendo un legado viviente de las grandes transformaciones que definieron a Málaga como una ciudad de vanguardia.
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