Las impresionantes imágenes de hielo y nieve que dejó el temporal en la Sierra de las Nieves
El temporal de la pasada semana en la provincia de Málaga, con numerosas lluvias, dejó también algunas imágenes impresionantes a lo largo y ancho del territorio malagueño, especialmente en sus sistemas montañosos. El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves fue uno de los escenarios que quedó empañado por la nieve, el hielo y la escarcha en sus cotas más altas, sobre todo por la imagen que se formó con la multitud de pinsapos y quejigos, petrificados por la cencellada.
Antonio Jesús Jiménez y otros 14 senderistas fueron los que caminaron durante el pasado sábado 11 de febrero por la Sierra de las Nieves, aprovechando que tenían conocimiento que a partir de 1.250 metros de altitud ya se podía pisar nieve en la zona. Directos al Área Recreativa de los Quejicales, en Ronda, y llegando al Pilar de Tolox, una fuente que estuve cubierta de nieve, éste y su pequeña compañía disfrutaron de un día excepcional como él mismo reconoce: "He subido muchas veces a la Sierra de las Nieves con nieve, pero sin lugar a dudas, lo que disfruté el pasado sábado no me lo podía ni imaginar, ya que aunque ya la había visto con la misma cantidad de nieve, la gran novedad fue la gran cantidad de cencellada que se quedó impregnada en las ramas tanto de los pinsapos como de los quejigos".
El fuerte viento de Levante que sopló durante varios días de esa semana previa y la altitud que alcanzó el grupo de senderistas propiciaron imágenes más propias de países nórdicos: un manto de nieve y escarcha lo cubría todo. "Eran auténticas obras de arte de nieve. La cencellada se extendía varios centímetros como dibujando una estela aerodinámica, en las ramas de los portentosos quejigos", nos cuenta AntonioJesús, que pese a que la idea inicial del grupo era subir al pico Torrecilla, tuvieron que replantearse su ruta por el nivel de helada que se vivía en el trayecto a este: "Tuvimos que abortar la subida final y volver en la hermosa fuente de piedra llamada el Pilar de Tolox, porque había demasiado hielo en las empinadas rampas y podríamos resbalar con facilidad, a pesar de llevar material técnico adecuado como crampones y piolets".
Pese a tener que hacer la ruta más corta y no alcanzar cotas más altas, el grupo salió enamorado de la zona: "Nos dio igual. El paisaje que habíamos disfrutado hasta ese momento no lo vamos a olvidar en la vida, fueron centenares de fotos que todos los compañeros realizamos durante los 16 kilómetros de caminata que nos supo a gloria bendita, sí la subida la realizamos por la bucólica Cañada del Cuerno, la bajada la hicimos por la seductora Cañada de las Ánimas".
"Es difícil expresar con palabras cómo se purifica el alma a cada paso que das y te dejas llevar por la euforia y la felicidad de sentirte un privilegiado al estar respirando aire puro en un lugar natural de tanta belleza, lejos del ruido, la contaminación y del estrés", relata Antonio Jesús, un enamorado de la naturaleza que recomienda la experiencia sin ninguna duda.
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