Es uno de los lugares que dio sentido a Al-Ándalus, cuartel general de Omar ibn Hafsún y se puede visitar en este pueblo de Málaga
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La provincia de Málaga encierra rincones singulares que son auténticas páginas vivas de la historia. Entre ellos destaca el yacimiento arqueológico de Bobastro, un enclave único que se encuentra en el municipio de Ardales, muy cerca del famoso Caminito del Rey. Este lugar, rodeado de naturaleza y montañas, fue el cuartel general de Omar ibn Hafsún, uno de los personajes más relevantes y conflictivos de la historia andalusí. Desde aquí, lideró una rebelión que desafiaba al poder del emirato de Córdoba entre los siglos IX y X.
Para llegar hasta Bobastro es necesario recorrer una carretera serpenteante que asciende por la Sierra de las Mesas de Villaverde, en el término municipal de Ardales. Este trayecto, flanqueado por pinos carrascos y eucaliptos, ofrece impresionantes paisajes que ayudan a entender por qué Omar ibn Hafsún eligió este lugar como su bastión. Desde Bobastro, se organizó una ofensiva que durante casi medio siglo desafió al poder cordobés, convirtiendo esta ciudad fortificada en un símbolo de resistencia.
El acceso al yacimiento parte de la carretera Álora-Ardales, a apenas dos kilómetros al norte del embalse del Conde de Guadalhorce, conocido como El Chorro. El recorrido comienza en una caseta de información turística desde donde parte un sendero de 700 metros que, poco a poco, desvela al visitante murallas, canteras y un antiguo aljibe, antes de llegar a la joya del conjunto: la iglesia rupestre mozárabe.
La ciudad rebelde de Bobastro
Bobastro no solamente fue un refugio estratégico, fue también una ciudad plenamente habitada durante los siglos IX y X, con una población que llegó a superar las 1.500 personas en los momentos de mayor tensión. Excavada en la roca, esta urbe medieval conserva los restos de casas trogloditas, edificaciones militares, necrópolis y almacenes. Las viviendas, muchas de ellas talladas directamente en la montaña, servían tanto de refugio como de cantera, ya que los sillares extraídos se usaban para reforzar las murallas defensivas.
El epicentro espiritual y monumental del yacimiento es la iglesia rupestre mozárabe, una construcción sin precedentes en el sur peninsular. Excavada con precisión y detalle, esta basílica de tres naves, decorada con arcos de herradura y cubierta por un tejado a dos aguas, es testimonio del momento en que Omar ibn Hafsún, tras convertirse al cristianismo en el año 899, adoptó el nombre de Samuel y erigió templos para consolidar su poder. Junto a esta iglesia, un complejo de estancias y patios albergaría un convento de eremitas, dejando patente la importancia religiosa y política del enclave.
El final de la revuelta y la huella de Abderramán III
La ciudad de Bobastro resistió durante décadas las ofensivas del califato cordobés hasta que, en enero de 928, Abderramán III logró conquistarla. El emir visitó el lugar y ordenó destruir las iglesias levantadas por Hafsún, desterrando a la población y poniendo fin a una de las etapas más convulsas de Al-Ándalus. El yacimiento, declarado Monumento Nacional en 1931, sigue conservando buena parte de su estructura original, con murallas, restos de castillos y una necrópolis que permite comprender la magnitud de esta ciudad rebelde.
Arquitectura singular y trogloditismo medieval
La arquitectura de las iglesias de Bobastro tiene sus raíces en las basílicas paleocristianas e hispano-visigodas. Esta influencia es palpable en la iglesia rupestre, donde la roca fue esculpida siguiendo un plano preciso, completándose con muros de ladrillo y mampostería allí donde el terreno lo requería. Las iglesias de Bobastro representan una manifestación excepcional del trogloditismo medieval malagueño, una forma de arquitectura que aprovecha la roca madre y que aquí alcanza un nivel patrimonial único.
Además de la iglesia principal, el yacimiento conserva indicios de otras construcciones religiosas, como la iglesia periurbana situada en el lado oeste de la montaña o la Ermita de Villaverde, próxima al Desfiladero de los Gaitanes, edificada sobre una necrópolis mozárabe.
Información práctica para la visita
El yacimiento de Bobastro está abierto al público de martes a viernes, de 10:00 a 15:00 horas, los sábados de 10:00 a 18:00 y los domingos hasta las 16:00. En verano, el horario es de 9:00 a 14:00. El precio de la entrada general es de 3 euros y de 2 euros para niños entre 6 y 12 años, siendo gratuita para menores de 6 años. El acceso se realiza desde la carretera que conecta Ardales con el Caminito del Rey, siguiendo las indicaciones hacia Bobastro.
La visita guiada dura aproximadamente una hora, aunque el entorno invita a recorrerlo con calma, disfrutando tanto de la historia como de la belleza natural de la Sierra de las Mesas de Villaverde. En el Museo de Ardales se conservan piezas procedentes de este yacimiento, completando así la experiencia de quienes deseen profundizar en la historia de uno de los enclaves más fascinantes de Málaga.
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