Siete lugares para ver cómo la calima del Sáhara engulle a Málaga y su provincia
La lluvia ha convertido en barro el polvo en suspensión y le da a la provincia un aspecto de sufrir una tormenta de arena propia de África
Mascarilla, impermeable aunque no llueva, gorros y gafas son esenciales si no se quiere llegar a casa con más arena (y más fina) que en un día de playa
Mal contados, ya que se extiende constantemente, el desierto del Sáhara tiene en torno a 1.800 kilómetros de ancho y más de 5.000 de largo. Es el más grande del mundo, ocupa la mayoría de África y durante siglos obliga a las principales ciudades de dicho continente a convivir con fuertes tormentas de arena, a construir en las ciudades para tratar de contener algo que se muestra casi inevitable: la expansión del desierto. En ocasiones, cuando las condiciones meteorológicas impulsan el polvo en suspensión sahariano hasta la península ibérica con diferentes niveles de altura en la atmósfera y de concentración del polvo. Málaga, su provincia y gran parte de España están ahora sufriendo la mezcla de dicho polvo en suspensión con las jornada de lluvia, lo que deja un paisaje al que se está poco acostumbrado: parece que las ciudades y pueblos se engullen en una nube de polvo casi apocalíptica (algo habitual en muchos puntos de la geografía africana) que deja barro cuando llueve y contamina el aire con fino polvo del Sáhara.
Verlo es un pequeño espectáculo para el que hay que tomar medidas de precaución: las mascarillas evitarán que aspiremos el fino polvo, los chubasqueros y gorros no sólo nos ahorrarán el barro si llueve, también que nuestra ropa y pelo quede como después de un día de playa pero con una arena muchísimo más fina y difícil de eliminar. Además, su efecto en maquinaria al aire libre o los mismos coches son también aspectos a tener en cuenta en estas jornadas en las que el desierto se asoma a la provincia. Es algo que se puede ver con relativa frecuencia, aunque pocas veces mezclado con el ambiente nuboso que hay esta semana en la zona sur de España. Hay lugares en los que se puede apreciar mejor el efecto del polvo el suspensión con la lluvia que en otros.
Parque El Morlaco
Es uno de los pocos pulmones reales de la ciudad malagueña. Por su posición no sólo domina el paisaje al este del centro de la ciudad, si subimos hasta la parte más alta, es posible ver el valle del Guadalhorce. Un sitio por el que pasear con cuidado si nos salimos de los caminos estipulados, pero que tiene sitios en los que resguardarse del polvo y ver el paisaje de la ciudad engullida por las calima.
La fortaleza de Vélez Málaga
Como casi toda fortaleza domina absolutamente su entorno de manera visual. Desde el mar hasta las sierras del interior con el valle que rodea Vélez Málaga incluidos. La calima desde allí se puede observar y fotografiar de la mejor manera. Además, hay varios parques y miradores a su alrededor que pueden darnos diferentes perspectivas. Subir las cuestas que llevan hasta la fortaleza merece absolutamente la pena.
Restos del Castillo de Lizar, Frigiliana
Desde la parte alta de Frigiliana es bonito y fácil de ver el espectáculo de la calima, pero sin duda los restos del castillo de Lizar tienen una situación perfecta para ello. Con el mar al fondo y un paisaje precioso, las casas encaladas de Frigiliana se tiñen de rojo con este tipo de fenómenos. Un contraste muy peculiar. Imperdible si hay posibilidad de llegarse.
Mirador de la ermita del Cristo de la Sierra, Valle de Abdalajís.
Con el Valle de Abdalajís a sus pies también está rodeado de parajes preciosos que tienen vistas perfectas para apreciar el fenómeno de la calima sahariana en estos momentos. Abrigarse vendrá bien, es el lugar más frío de momento en esta pequeña ruta.
Mirador del Pino, Ronda
Un lugar diferente desde el que ver Ronda. Fácil acceso y un paisaje amplio en el que ver como, a pesar de que los sistemas montañosos que separan esta zona del litoral detienen el fenómeno, también se pinta de sepia esta parte de la provincia.
Mirador en Nueva Andalucía, Marbella.
Con Marbella a sus pies y el dominio de la costa oeste malagueña es un buen punto para ver el Mediterráneo invadido por las nubes y la calima en torno a las principales ciudades de este eje litoral de la provincia malagueña. No es el único, en los alrededores hay varios con diferentes perspectivas del mismo paisaje.
Parque de San Isidro, Estepona.
Otro sitio en el que un paseo merece la pena, tiene además cerca los dólmenes de Corominas. Lugar natural con vistas sobre el mar y todo lo que rodea a Estepona. Un sitio en el que ver los efectos del polvo sahariano mezclado con la lluvia en la vertiente oeste de la provincia.
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