Málaga y la Axarquía a través de cinco rutas: Múdejar, Pasa, Aguacate, Aceite o Vino

La provincia de Málaga es un tesoro de rincones de enorme belleza, donde cada visita se convierte en una experiencia sensorial única. Si buscas un viaje que combine historia, gastronomía, paisajes y tradiciones, las rutas de la Axarquía, en el extremo oriental de Málaga, son una opción ideal. Prepara tus cinco sentidos para descubrir un territorio donde el pasado y el presente se entrelazan en cada pueblo y paraje natural. ¡Comencemos!

Ruta Mudéjar: Un viaje al pasado árabe

La Ruta Mudéjar atraviesa cinco pequeños pueblos de la Axarquía, evidenciando las profundas raíces árabes que definen la comarca. Este itinerario de 40 kilómetros conecta Arenas, Árchez, Salares, Sedella y Canillas de Aceituno, enclavados en las faldas del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Estos pueblos ofrecen una experiencia única para los amantes de la historia y la arquitectura. Destacan los alminares reconvertidos en campanarios, como el de Árchez, que sobresale como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura nazarí y está declarado Monumento Nacional. Arenas, por su parte, regala algunas de las vistas más espectaculares de la comarca, mientras que Sedella y Canillas de Aceituno invitan a pasear entre calles estrechas y encaladas, impregnadas de un encanto ancestral.

Ruta de la Pasa: El alma de la Axarquía

Con 62 kilómetros de recorrido, la Ruta de la Pasa conecta los municipios de Totalán, Comares, Cútar, El Borge, Almáchar y Moclinejo. Este itinerario está marcado por las empinadas laderas donde se cultivan viñedos que producen las famosas pasas de Málaga, reconocidas desde tiempos árabes. Cada septiembre, los pueblos celebran fiestas en honor a sus productos locales. Destacan el Ajoblanco de Almáchar, el vino dulce de Moclinejo y la Fiesta de la Pasa en El Borge, donde también puedes visitar la Posada del Bandolero, un hotel-museo que rinde homenaje a la historia del bandolerismo. Además, su restaurante ofrece una muestra de la rica gastronomía de la comarca.

Ruta del Sol y el Aguacate: Entre playas y cultivos tropicales

La Ruta del Sol y el Aguacate, de 75 kilómetros, combina el encanto costero de Rincón de la Victoria con los municipios de Macharaviaya, Vélez-Málaga, Benamocarra, Iznate y Benamargosa. Aquí, el excelente microclima favorece el cultivo de frutos tropicales como aguacates, mangos y chirimoyas, que crecen junto a plantaciones tradicionales. No puedes perderte la Cueva del Tesoro en Rincón de la Victoria, única gruta marina visitable en Europa. En Vélez-Málaga, capital de la Axarquía, la historia y la modernidad se fusionan en un entorno que también ofrece actividades como deportes náuticos y golf.

Ruta del Aceite y de los Montes: Tradición y paisajes serranos

Los pueblos serranos de esta ruta, que comienza en Riogordo y recorre Colmenar, Alfarnate, Alfarnatejo, Periana, Alcaucín y La Viñuela, ofrecen un paisaje único donde predominan los olivos. El aceite de oliva virgen extra, elaborado con variedades locales como verdial y hojiblanca, es el verdadero protagonista. Riogordo destaca por sus restos romanos y la representación de 'El Paso', mientras que Periana es conocida por su Museo del Aceite y el Cortijo Las Monjas, que organiza catas y actividades de oleoturismo. No olvides visitar la Venta de Alfarnate, la más antigua de Andalucía, donde podrás degustar platos tradicionales en un entorno histórico.

Ruta del Sol y del Vino: El encanto entre el interior y la costa

Este itinerario conecta los pueblos de Algarrobo, Sayalonga, Cómpeta, Canillas de Albaida, Torrox, Nerja y Frigiliana. Cada uno de ellos tiene su propia magia, pero Frigiliana destaca con su casco histórico premiado, sus calles empedradas y la fábrica de miel de caña, una de las pocas que quedan en Europa. En Nerja, las cuevas y las vistas al Mediterráneo desde el Balcón de Europa son inolvidables. Además, el ambiente de sus calles y bares de tapas invita a disfrutar de cada momento.