La aldea de Jorox, cerca de Alozaina.
La aldea de Jorox, cerca de Alozaina. / Malaga.es

El mes de julio ya está aquí y con él la temperatura más propia del verano se instala por completo. Calor, mucho calor, y es por ello que todo invita a hacer planes en los que refrescarse es una imposición. Es por ello que a la hora de pensar en cuál puede ser el mejor pueblo de Málaga para visitar en este mes de julio, hayamos pensado en la pequeña Jorox, una pequeña aldea de Alozaina con un valle y río propio.

Enclavada entre Yunquera y Alozaina, a las puertas del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, se encuentra una aldea que parece perdida en el tiempo. Esta pintoresca localidad está rodeada de hermosas pozas, antiguos molinos de agua, canalizaciones y el nacimiento de un río que lleva su propio nombre. Es un lugar único que solo se puede encontrar en la provincia de Málaga, donde durante siglos la nieve se conservaba casi todo el año gracias a la geografía y el clima favorables de la zona.

Aunque Jorox cuenta con apenas unas decenas de habitantes, su entorno es verdaderamente singular. El protagonismo absoluto lo tiene el agua, que fluye libremente por este paisaje encantador. El río Jorox, que nace en esta aldea, recorre su camino a través de parajes idílicos, creando un escenario de ensueño que cautiva a quienes tienen la suerte de visitarlo.

Explorar Jorox significa sumergirse en un entorno natural excepcional, donde el sonido del agua y la frescura del ambiente te envuelven. Las pozas y los antiguos molinos de agua son testigos de una tradición ancestral que ha sabido aprovechar la riqueza de este recurso natural.

Esta aldea es un refugio de paz y belleza, donde se puede disfrutar de paseos tranquilos y admirar la naturaleza en su estado más puro. Jorox es un verdadero tesoro escondido en la provincia de Málaga, un lugar que nos conecta con la historia y nos muestra la grandeza de la naturaleza en su forma más humilde y encantadora.

En las cercanías del pueblo, surge el río Jorox de un manantial, cuyo cauce de agua ha sido aprovechado históricamente. Si bien la actividad humana en la zona se remonta al Paleolítico, como lo evidencian los restos encontrados en cuevas cercanas al pueblo, fue durante la época musulmana cuando se optimizó el aprovechamiento del agua en esta área. No solo se construyeron acequias para regar las tierras cercanas al pueblo y otros puntos, sino que también se utilizaron ingenios para crear pozas y aprovechar la fuerza necesaria para el funcionamiento de nueve molinos de agua. Algunos de estos molinos aún conservan sus vestigios.

La poza y zona de barranquismo de Jorox.
La poza y zona de barranquismo de Jorox. / malaga.es

En la actualidad, la cascada y la poza principal de este manantial se pueden visitar, y la experiencia puede variar según las condiciones de sequía en el momento. El cauce del río forma un barranco, y el pueblo se encuentra asentado en uno de sus lados. A lo largo del curso del río, se encuentran más pozas, pero esta es la principal y más destacada. Es importante tener en cuenta y también es imperdible visitar la Venta Rivita, un restaurante donde se pueden degustar los sabores de esta fértil región de la provincia de Málaga. Además, parte de su terraza se encuentra bajo un refugio rocoso, lo que proporciona una agradable temperatura durante los días de verano.

El entorno de Jorox cuenta con un gran número de cuevas y simas. A través de ellas, se ha descubierto evidencia de población durante el Paleolítico (como la cueva del Algarrobo) y también durante la Edad del Bronce, ya que se rescataron figuras decorativas de oro en la cueva de La Mesa, las cuales se conservan en el Museo de Málaga. La espeleología y la escalada son dos actividades populares en los alrededores del pueblo, debido a los barrancos, cuevas y paredes propicias para su práctica. El entorno de Jorox ofrece una amplia gama de opciones para los amantes de la aventura y la exploración.

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