La mejor ruta de senderismo en busca de los primeros copos de nieve en Málaga

Llega la nieve a Málaga, se ven los primeros copos en la alta Axarquía, y no son pocos los que ya preparan su mejor equipo para probar fortuna este fin de semana en busca de imágenes que regala naturaleza, en busca de esa ruta de senderismo tan exigente como increíble, la ascensión hacia La Maroma. La importante bajada de los termómetros da pie las primeras nevadas, aunque tímidas, y es un momento ideal para disfrutar del senderismo en Málaga, con paisajes transformados por esos primeros copos de nieve y la tranquilidad que suele traer el invierno. Uno de los recorridos más espectaculares y desafiantes en la provincia es la ruta que conecta El Alcázar con la cumbre de La Maroma, el pico más alto de Málaga, situado en la frontera natural con Granada. Este trayecto no solo es una experiencia única para los amantes de la naturaleza, sino también un viaje lleno de historia y belleza.

El recorrido se inicia en la Sierra Gorda de Loja, un macizo montañoso que enmarca el Poljé de Zafarraya. Este paisaje agrícola cambia con las estaciones, ofreciendo contrastes de color y geometría que cautivan la vista. Desde los primeros pasos, el entorno nos regala panorámicas únicas, con el embalse de La Viñuela al oeste y el Parque Natural Sierra de las Nieves en el horizonte, acompañado por las Sierras de Camarolos y Alhama al norte.

A medida que ascendemos, la vegetación cambia progresivamente. El pino salgareño, resultado de antiguas repoblaciones, domina los primeros tramos, mientras que especies como el quejigo, la encina y el enebro se suman más adelante. El aroma de la salvia de montaña y el romero impregna el aire, proporcionando un placer sensorial que acompaña el esfuerzo físico. Tras unos 30 minutos de caminata, la pendiente se suaviza al llegar a las Ananás de Alcaucín, donde el paisaje se adapta a climas más fríos. Desde aquí, se pueden divisar en el norte las lejanas Sierras Subbéticas, con el imponente pico de La Tiñosa, el más alto de Córdoba.

El trayecto ofrece frecuentes encuentros con la fauna local. Cabras montesas suelen aparecer en grupos, especialmente en esta época del año, mientras que el cielo está habitado por majestuosas águilas reales y águilas perdiceras. También es común ver la característica chova piquirroja, que con su vuelo ágil añade un toque de vida al paisaje.

El terreno se vuelve más rocoso y desafiante cerca de la Peña del Águila, donde el sendero se transforma en un suelo de piedras y matorrales. En esta etapa, cruzamos un barranco, cuyos márgenes relativamente llanos permiten avistar más aves y disfrutar de un momento de pausa antes de reanudar la subida. Un punto emblemático del recorrido es el antiguo pluviómetro totalizador, una estructura metálica que marca la división entre los municipios de Alcaucín (Málaga) y Alhama de Granada. Desde aquí, en días despejados, se pueden observar las principales sierras béticas, incluida la imponente Sierra Nevada al este, junto con las sierras de Arana, Baza, Castril y Cazorla-Segura.

Después de unas tres o cuatro horas de caminata, se alcanza la cumbre, identificada por su punto geodésico. El nombre de La Maroma tiene un origen curioso, vinculado al uso de la nieve que se acumulaba en la sima cercana. Este pozo natural de unos 30 metros de caída libre se empleaba históricamente para almacenar nieve, utilizando una cuerda o "maroma" fija para facilitar el acceso. Esta práctica no solo dio nombre a la sima, sino también a la cumbre. Desde la cima, las vistas son simplemente espectaculares. En días claros, se pueden distinguir los contornos del Mediterráneo y, con suerte, las primeras nevadas cubriendo los picos más altos de la provincia. Es el momento perfecto para reflexionar sobre el esfuerzo realizado y disfrutar de una conexión única con la naturaleza.

Consejos para la ruta

Aunque es un recorrido impresionante, requiere preparación. Llevar ropa adecuada para el frío, calzado resistente y revisar las previsiones meteorológicas son pasos esenciales para garantizar una experiencia segura. El regreso, siguiendo el mismo camino, resulta más rápido y permite apreciar detalles que podrían haber pasado desapercibidos en la subida.