Por esto esta es una de las mejores piscinas naturales de Málaga

Málaga está llena de impresionantes parajes naturales de gran valor, donde sierras y ríos brindan innumerables oportunidades para disfrutar del entorno, especialmente en verano, cuando buscamos lugares refrescantes para aliviar el calor sofocante que a veces se apodera de la provincia. Entre estos lugares, destaca el encantador CharcoAzul, un auténtico oasis en pleno corazón de la SierraBermeja, en Jubrique, una de las mejores piscinas naturales de la provincia con mucho por descubrir.

Este hermoso charco natural se forma gracias al arroyo El Quejido, afluente del ríoAlmárchal, que a su vez desemboca en el majestuoso río Genal, uno de los más importantes de Málaga y origen de muchos otros rincones similares. Lo que hace especial al Charco Azul son sus cristalinas aguas, que permanecen así durante casi todo el año, invitando a un refrescante baño. El entorno que lo rodea es igual de impresionante: desfiladeros altos y pinares frondosos, donde abundan los helechos, crean un paisaje casi mágico. Además, el agua que forma el charco cae a través de dos pequeñas cascadas, lo que añade un toque encantador a este rincón natural. ¿Qué más se puede pedir?

El arroyo El Quejido fluye entre numerosas rocas a lo largo de su cauce, y justo antes de llegar al CharcoAzul, se desploma en dos cascadas que, para los más atrevidos, pueden convertirse en un tobogán natural. Con todos estos elementos, el CharcoAzul se presenta como un escenario idílico, dominado por la naturaleza, donde disfrutar de una jornada refrescante después de una pequeña caminata, que, por cierto, no es especialmente difícil.

Cómo llegar al Charco Azul, en Jubrique

El punto de partida más sencillo para llegar al CharcoAzul es desde Jubrique, un encantador pueblo de la Serranía de Ronda. Desde su casco urbano, hay que tomar la dirección hacia Estepona, y tras recorrer unos siete kilómetros, se llega a un desvío a la derecha, señalado como el puerto del Estercal. A partir de ahí, el camino transcurre entre una densa vegetación, en la que abundan los castaños.

Una vez alcanzamos el curso del río, llegamos finalmente a esta piscina natural, también conocido por los lugareños como el Charco Encantado o, en algunos casos, Charco de María Teodora, que guarda una misteriosa leyenda que solo unos pocos conocen. Continuando el ascenso, se encuentra la unión de dos arroyos, el Estercal y el Higuerón, ambos desembocan en el ríoAlmárchal, completando así este encantador recorrido natural.