Las mejores rutas de senderismo de Málaga para disfrutar en este mes de noviembre

Noviembre en Málaga es un mes ideal para los amantes del senderismo, con temperaturas frescas y un entorno natural que ofrece paisajes de una belleza incomparable. La provincia cuenta con rutas de senderismo que atraviesan algunos de sus entornos más pintorescos, perfectas para conectar con la naturaleza y disfrutar de la diversidad geográfica de la provincia. A continuación, te presentamos tres de las mejores rutas de senderismo para explorar en esta época del año.

Ruta de El Burgo a Ronda: un viaje entre montañas y ríos

Esta travesía, marcada como la Etapa 23 de la Gran Senda de Málaga, conecta los pueblos de El Burgo y Ronda, una ruta lineal de aproximadamente 24 kilómetros y dificultad media, ideal para quienes buscan un desafío sin renunciar a la belleza natural. El trayecto puede llevar cerca de siete horas, y aunque es exigente en distancia y desniveles, se recompensa con paisajes de montañas y ríos que destacan por su quietud y belleza.

Comenzando en El Burgo, esta ruta inicia en dirección sur, sobre la carretera que se dirige a Yunquera, cruzando el río Turón y pasando junto a los diques característicos de esta comarca. Durante el recorrido, se puede observar la frondosidad de los altos chopos y fresnos, así como los saos que se asoman en las pozas más profundas del río. Este paisaje ribereño se enriquece aún más con la presencia de diversas especies de peces que nadan en las aguas limpias, convirtiéndola en una excelente opción para un paseo fluvial.

A medida que avanzamos, dejamos atrás el sendero de la Fuensanta y otro que lleva al puerto de la Mujer, para después continuar hacia el dique de la Presa, un mirador natural donde la calma de la naturaleza parece hacerse aún más palpable. Este tramo es perfecto para los amantes del silencio y los lugares poco transitados, donde se puede desconectar del bullicio cotidiano y disfrutar de un entorno idílico que parece haberse detenido en el tiempo.

Ruta a la Cueva del Agua: exploración en el corazón de la Sierra de las Nieves

Con un nivel de dificultad media, pero exigente en su recorrido, la ruta a la Cueva del Agua es una opción inmejorable para los exploradores de alma aventurera. Este sendero, perteneciente a la Etapa 2 de la GR 243, conecta El Burgo con Yunquera a través de paisajes abruptos y emocionantes. La extensión del recorrido es de aproximadamente 24 kilómetros, con una duración estimada de 8 a 9 horas, y un desnivel acumulado de más de 700 metros, ideal para quienes buscan un reto en plena naturaleza.

Esta ruta atraviesa uno de los sectores más fascinantes de la Sierra de las Nieves, reconocido por su biodiversidad y geología. Los senderistas pueden disfrutar de afloramientos de agua cristalina, miradores naturales y una vegetación compuesta por encinares y pinares, así como por los impresionantes bosques de pinsapos, una especie de abeto emblemático de esta zona. La fauna autóctona y las vistas panorámicas de montañas y valles son una constante a lo largo del trayecto, especialmente en enclaves como el puerto Saucillo y el conocido paraje de Los Sauces.

El destino final es la Cueva del Agua, una gruta rodeada de misterio y belleza natural. Este rincón en medio de la sierra permite imaginar cómo era este lugar en épocas remotas y brinda una experiencia muy enriquecedora para quienes buscan un contacto cercano con la historia y la naturaleza. Este recorrido no solo ofrece paisajes impresionantes, sino también la oportunidad de realizar un viaje introspectivo en uno de los entornos más hermosos de Málaga.

Ruta entre Campillos y Álora: un recorrido entre embalses y bosques

Para aquellos que disfrutan de la conexión entre la naturaleza y la ingeniería, la ruta que une Campillos y Álora a través de la Etapa 20 de la Gran Senda de Málaga es un verdadero regalo. Esta senda lineal de 22 kilómetros, con una dificultad catalogada como ardua, inicia en el Mirador de los Tres Embalses, en la confluencia de los ríos Turón, Guadalteba y Guadalhorce, y toma aproximadamente seis horas en completarse.

El mirador, situado a 486 metros sobre el nivel del mar, fue originariamente un punto de control topográfico durante los trabajos de construcción a principios del siglo XX. Desde aquí, se puede apreciar una red hidrográfica impresionante compuesta por embalses y centrales hidroeléctricas, una maravilla de la ingeniería que contrasta y complementa la belleza natural del paraje.

A lo largo del recorrido, el senderista avanza bordeando los embalses, disfrutando de vistas que incluyen encinares, sabinas y pequeños bosques de cornicabras, con un sotobosque donde se pueden encontrar especies como lentiscos, aulagas, espinos negros, enebros y coscojas. Esta diversidad vegetal crea una atmósfera que resulta tan enriquecedora como el propio paisaje, permitiendo una conexión única con el entorno malagueño. Además, en el tramo final de la ruta, la presencia de canteras y pantanos cerca de El Chorro añade un toque especial y permite observar de cerca la relación entre el ser humano y la naturaleza en esta comarca.