Los expertos señalan a estas como las mejores ventas de los Montes de Málaga para comer a lo bestia
Los profesionales de la Guía Repsol recomiendan estas siete ventas de los Montes de Málaga para disfrutar de un buen plato
Tres rutas de senderismo muy especiales por los Montes de Málaga
Con la llegada del otoño y el invierno asomando en el horizonte, en Málaga surge algo que para muchos es un ritual: una visita a los Montes para comer. Es ahí donde viajan los expertos gastronómico de la Guía Repsol para recomendar una serie de ventas que califican como de las mejores para disfrutar de los platos más tradicionales, como el Plato de los Montes, migas, carnes o arroces. Trasitan por la A-7000, la carretera de los Montes de Málaga, donde una serie de ventas tradicionales conquistan a los más hambrientos con una oferta de platos locales tan contundentes como ricos. Estos restaurantes, rodeados de un entorno natural en el Parque Natural Montes de Málaga, son paradas obligadas para quienes buscan disfrutar del buen comer en Málaga.
La conocida Guía Repsol ha recorrido esta ruta para recomendar varias ventas destacadas, invitando a un recorrido gastronómico donde la tradición malagueña cobra protagonismo. A continuación, una selección de los rincones que merece la pena visitar para vivir la auténtica experiencia de las ventas de los Montes de Málaga.
Los Tres Cincos, un plato de los Montes a lo Bestia
La primera parada recomendada por la Guía Repsol es la Venta Los Tres Cincos, en el kilómetro 555 de la Carretera Colmenar-Los Montes. Reconocida por su carácter tradicional y su encanto rústico, esta venta ha captado la atención gracias a su interpretación particular del Plato de los Montes. En Los Tres Cincos evoluciona hacia lo que llaman Plato a lo Bestia, que además de los ingredientes clásicos —lomo, chorizo, huevo, pimiento y patatas fritas— incluye una ración de migas, logrando un plato aún más contundente si cabe. Entre sus especialidades, la Guía Repsol destaca también las croquetas de lomo en manteca, conejo al ajillo, chuletillas de cordero, presa ibérica y diversos revueltos.
Venta Carlos del Mirador y Venta Los Montes, entre sabores locales y paradas ciclistas
Siguiendo el recorrido, encontramos la Venta Carlos del Mirador en el kilómetro 554 de la misma carretera. Aquí, los más hambrientes pueden disfrutar de especialidades locales que van más allá del clásico Plato de los Montes, ya que este restaurante también ofrece pescados frescos, ideal para quienes desean una opción diferente en los Montes. Muy cerca, en el kilómetro 555, se encuentra la Venta Los Montes, famosa entre los ciclistas que recorren la A-7000, quienes suelen hacer una parada para disfrutar de los platos malagueños que ofrece la casa antes de continuar su ruta.
El Mijeño y El Boticario: Tradición de cuchara en plena montaña
Al adentrarnos más en la carretera de Colmenar, en el kilómetro 20, encontramos dos clásicos: El Mijeño y El Boticario. Estas dos ventas ofrecen una selección de platos de cuchara que evocan la cocina malagueña más auténtica, ideales para la temporada de frío que se avecina. En El Boticario, las especialidades como los callos, el puchero, la berza malagueña y la sopa de mariscos son un reflejo de la gastronomía tradicional, que se complementa con el Plato de los Montes y las migas con chorizo y panceta, un verdadero manjar para los amantes de la buena cocina rural.
Venta Puerto del León y Venta Galwey: Sabores únicos y ambiente rústico
La siguiente parada recomendada por la Guía Repsol es la Venta Puerto del León, situada en el kilómetro 14,5 de la carretera A-7000. Aquí, la berza malagueña es el plato estrella, pero también merece la pena probar el chivo en salsa de almendras, un manjar que sorprende a quienes buscan sabores únicos. Para el postre, su flan de chirimoya es una delicia tan inesperada como deliciosa.
Casi al final de la ruta, en el kilómetro 547 de la carretera de Colmenar y cerca de los pueblos de Comares y Olías, encontramos la Venta Galwey, un auténtico museo etnográfico. Este establecimiento ha conservado en su interior antiguos objetos de la vida rural, como transistores, planchas, ollas de barro y aperos de labranza. La carta de la Venta Galwey incluye platos tradicionales como migas, magro con tomate, carne mechada, jabalí en salsa y una variedad de potajes, además del siempre presente Plato de los Montes.
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