¿Un monumento natural o una playa? El rincón singular en el que acabar el verano en Málaga
Las Dunas de Artola son uno de los rincones singulares más bellos de Málaga
La playa de Cabopino está a sus pies y es una de las mejores de toda la provincia por múltiples motivos
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Málaga cuenta por todo su territorio y geografía numerosos puntos singulares. Entre ellos, de gran belleza e historia, hay algunos que sobresalen por encima del resto como puede ser del que hablamos hoy, el Monumento Natural de las Dunas de Artola, en Marbella. Este pequeño laberinto natural de diferentes tipos de arena da lugar, en muchas de sus salidas, a una de las playas más bonitas y naturales de toda Málaga, como es la playa de Artola o Cabopino.
Las Dunas de Artola, junto a las de Casasola en Estepona, son el último reducto de sistema dunar en toda la costa malagueña. En su origen, el cordón dunar de esta zona se extendía hasta la desembocadura del río Real, aunque hoy en día parte de este cordón ha desaparecido por la presión urbanística que sufre el litoral malagueño a lo largo de toda su costa.
En cualquier caso, la zona es un reducto impresionante de la naturaleza, así como del pasado arquitectónico del lugar, como deja ejemplo la buena conservación de la torre defensiva, llamada la Torre de los Ladrones y que está su vez declarada como bien de interés cultural. La torre de origen romano, reconstruida y transformada después por musulmanes y cristianos.
Las Dunas de Artola son muy llamativas no sólo por la línea de costa, una de las mejores zonas y con diferentes pequeñas calas que dan lugar tanto a familias como a aquellos que practican el naturalismo o nudismo, según la zona en la que te ubiques. Las dunas llaman también la atención porque coinciden tres tipos de dunas: las conocidas como las de playa, con un cierto movimiento; las dunas móviles inactivas que se encuentran cubiertas de vegetación; y con menos incidencia las conocidas como dunasfósilesinmóviles, que se encuentran dentro de un extenso pinar.
La mejor manera de descubrir esta singular riqueza natural es recorrer los senderos habilitados entre las dunas, ya que caminar fuera de ellos podría alterar su delicado equilibrio. Con su arena gris, la costa ofrece a los amantes del baño aguas cristalinas y poco profundas, enmarcadas por el paisaje distintivo de dunas y pinares, que le otorgan un encanto de playa virgen y salvaje.
La playa de Cabopino, donde se encuentran las Dunas de Artola, se extiende a lo largo de 1.200 metros. Por su parte, la duna Real de Zaragoza, situada en Las Chapas, abarca 12 de las 20 hectáreas que conforman la Reserva Ecológica Dunas de Marbella. Estas dunas, de arena fina y dorada, forman amplios cordones dunares conocidos popularmente como barronales.
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