Octubre el mes del color en Málaga durante este otoño: lugares donde ver amaneceres y atardeceres increíbles

El otoño apenas comienza a desplegar su esplendor. Octubre es un mes de transición, marcado por eventos celestiales como lluvias de estrellas y una mayor visibilidad de los planetas, aunque también se caracteriza por los amaneceres más tardíos del año, especialmente en la provincia de Málaga. Además, el índice de radiación ultravioleta ha disminuido considerablemente respecto a los últimos días de agosto y principios de septiembre, lo que significa que la intensidad del sol es menor, aunque sigue siendo recomendable tomar precauciones según el tiempo de exposición. En este periodo, la luz del día cambia sutilmente, regalando atardeceres y amaneceres con una cálida tonalidad dorada que embellece aún más los paisajes ya espectaculares de la provincia malagueña. Este octubre, la provincia de Málaga se revela con una luz especial que invita a redescubrir algunos de sus rincones más icónicos bajo una nueva perspectiva, haciendo de cada visita una experiencia inolvidable.

Acantilados de Maro y Cerro Gordo

Los Acantilados de Maro y Cerro Gordo, ubicados en la Axarquía oriental, son uno de los 14 parajes naturales más destacados de Málaga. Aunque su belleza puede admirarse durante todo el año, en octubre, la suave luz otoñal resalta de manera especial el relieve escarpado de la costa, creando un ambiente mágico. Esta zona, cercana a los parques naturales de Tejeda y Almijara, ofrece innumerables rincones para explorar y disfrutar, con vistas impresionantes tanto hacia el Mediterráneo como hacia la sierra. En esta época, la conjunción entre mar, montaña y la luz dorada del atardecer convierte este rincón en un destino imprescindible.

Dólmenes de Antequera

Los Dólmenes de Antequera, con su historia que se remonta a milenios atrás, son otro lugar destacado de la provincia. Un hecho curioso sobre el dolmen de Menga es su inusual orientación: en lugar de alinearse con el sol, está dirigido hacia la enigmática Peña de los Enamorados. Este conjunto monumental, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, forma parte de un entorno natural y cultural que incluye el impresionante Torcal de Antequera, el Museo de los Dólmenes y la imponente Alcazaba, erigida sobre una fortificación romana. Bajo la luz dorada de octubre, estos lugares adquieren una atmósfera aún más evocadora.

Estupa Budista de Benalmádena

La Estupa Budista de Benalmádena, una de las más grandes de Europa, es un lugar ideal para contemplar vistas panorámicas que abarcan la costa de Fuengirola y Benalmádena. Situada en un punto estratégico cerca de la autovía, está rodeada de atractivos como el Mariposario de Benalmádena y el teleférico, que ofrece otra perspectiva impresionante del paisaje costero. En el interior de la estupa, se pueden admirar murales que relatan la vida de Buda Shakyamuni, inspirados en el arte de los antiguos monasterios del Himalaya. Además, un sendero cercano permite adentrarse en la sierra, ofreciendo rutas escénicas que conectan con una galería de arte urbano en los túneles subterráneos bajo la A-7. Desde aquí, las vistas se extienden hasta Mijas y la costa oeste, creando un lugar único para disfrutar de la serenidad y belleza del paisaje malagueño en otoño.